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Channel: Cocinar con-Ciencia
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Pollo con ciruelas y cuscús

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Por su precio, por su facilidad de cocinado, por sus características nutricionales y como alternativa al consumo de carnes rojas mucho menos saludables, el pollo se ha convertido en la carne más vendida en nuestro país.

Pero a la hora de comprar pollo, debemos ser bastante cuidadosos, porque, como en todo , hay muchas calidades diferentes, y hay vídeos como éste, que no ayudan a que nos sintamos muy tranquilos (y expican por qué nuestras sartenes se convierten a veces en piscinas)

Yo ya he optado por comprar siempre pollos amarillos certificados, que, al menos, llevan el etiquetado de haber sido alimentados sólo con vegetales (principalmente maíz). Es cierto que es más caro, pero la diferencia de calidad se nota un montón y no se vuelven pollos nadadores en cuanto los pones en la sartén o la cacerola.

La receta que os presento hoy se ha convertido últimamente en habitual en mi casa por original y por fácil. Este pollo con ciruelas y cuscús no te dejará indiferente y seguro que tu también lo incluirás entre tus habituales.



INGREDIENTES (Para 4 personas) 
  • 4 piezas de pollo amarillo (muslos o contramuslos, o dos de cada)
  • Media cebolla
  • 100 gramos de ciruelas pasas sin hueso
  • Media cucharadita de cominos
  • Un poco de nuez moscada
  • Sal y pimienta (al gusto)
  • Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
  • 100 ml de vino dulce
  • 200 gramos de cuscús

PREPARACIÓN 

1. Colocamos una cacerola ancha fondeada de AOVE a fuego medio.

2. Añadimos la cebolla cortada finamente y la dejamos que se vaya pochando hasta que tenga un aspecto transparente.

3. Subimos el fuego y añadimos el pollo, las ciruelas, la sal y las especias, mezclamos bien.. Vamos dando vueltas al pollo para que comience a hacerse por todas partes. 

4. Una vez lo tenemos completamente sellado, añadimos el vino dulce sin bajar el fuego. Dejamos que reduzca y evapore el alcohol.

5. Cubrimos con agua y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y lo dejamos cocinando suavemente durante 45 minutos-1 hora, hasta que el pollo esté hecho y la salsa, de un precioso color chocolate brillante, esté reducida.

6. Una sugerencia para el emplatado es desmenuzar todo el pollo y mezclarlo con la salsa, donde la cebolla y las ciruelas estarán prácticamente desechas.

7. Preparamos el cuscús de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Normalmente se coloca el cuscús en un plato sopero y se pone a hervir el mismo volumen de agua. 

8. Añadimos encima del cuscús una cucharadita de mantequilla y sal al gusto. Vertemos el agua hirviendo sobre el cuscús, mezclamos un poco para deshacer la mantequilla, tapamos y esperamos 5 minutos. Pasado este tiempo vamos soltando los granos raspando la superficie con un tenedor.

9. Colocamos sobre el plato un fondo de cuscús y hundimos ligeramente la parte central para poner el pollo.

10. Coronamos el cuscús con la mezcla del pollo y la salsa.


UN POCO DE CIENCIA 
  • La presencia de las ciruelas pasas, junto con el vino dulce, dan a este guiso un sabor muy especial, algo dulzón, pero sin exagerar. Además aporta a la salsa una textura muy melosa y apetecible.
  • De todas las carnes, el pollo es de las que tienen un menor porcentaje de grasas, presentando porcentajes similares de proteínas que la de cerdo o la de ternera.
  • La cantidad de grasas saturadas que aparecen dependen mucho de la alimentación del animal. Un pollo alimentado sólo con alimentos de origen vegetal tendrá un porcentaje mucho mayor de ácidos grasos saturados (los buenos) y menor de los saturados.
  • El pollo aporta cantidades significativas de sodio, magnesio, calcio y sobre todo, potasio. También contiene una buena cantidad de ácido fólico.
  • Una ración de este guiso, combinada con una ensalada exclusivamente vegetal supone una comida completa y equilibrada.
  • Cada ración aporta al organismo una 480 Kcal y tendría un coste aproximado de 1,60 € por comensal

Masterchef 3.6: Comenta en directo

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¿Quién creéis que saldrá hoy?

Esta es una de las candidatas

Masterchef 3.6: El día en que Arzak casi les desmonta el chiringuito

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Siguen transcurriendo semanas y poco a poco van cayendo los concursantes menos carismáticos. En esta ocasión, como ya veníamos barruntando la semana pasada, le ha tocado el turno a Mireia, la sonriente murciana a la que el socialismo y la cocina le corren en paralelo por las venas.

Pero si algo ha tenido de interesante el programa de hoy ha sido poder ver a Juan Mari Arzak. Ha sido presentado como el Papa de la cocina española y la verdad es que tenía ese halo de serena tranquilidad del que ya lo tiene todo ganado y se dirige lentamente hacia el merecido retiro. Pero Arzak les ha salido un poquitín rebelde, porque con tres frases, dichas casi sin querer, ha dejado entrever que todo esto de la cocina moderna no es más que una patraña:

  1. Los ingredientes no importan, poniéndole ajo no puede estar malo.
  2. Haces una buena vinagreta y la pones sobre lo que hayas hecho, esté bueno o malo...
  3. A mi lo del emplatado no se me da bien.
Realmente parecía el sumo pontífice de la cocina

Lo que digo, tres frases sencillas dichas con espontaneidad, y que nos avisan de que a lo mejor nos estamos pasando ya con tantas espumas, sifones, esferas, kimchis o sopas minimalistas como las de la semana pasada y lo que la gente realmente quiere es disfrutar comiendo, en vez de ver cómo se divierte el que cocina. Ojo, no me malinterpretéis, el conocimiento y el uso de las técnicas (tanto las tradicionales como las modernas) enriquece el repertorio de cualquiera, pero es que a veces parece que algunos cocineros lo único que pretenden es mostrar cuanto dominan las técnicas y hacen que sus creaciones no lleguen ni a parecer comida.

Un ejemplo lo tuvimos en la prueba de equipos, donde cuatro grandes chefs propusieron un total de 12 tapas y pocas de ellas tenían un aspecto medianamente apetecible. No nos volvamos locos, modernidad y técnica, si, pero no nos olvidemos de dónde sale el sabor.


PRUEBA DE PRESIÓN: TENGO UNA CARTA PARA TI

Si llevamos semanas del tono excesivamente lacrimógeno del programa y del exceso de protagonismo que tienen en él circunstancias ajenas a la cocina, en el programa de ayer tuvimos ración y media de cada, lágrimas a mansalva y un repaso exhustivo a la historia sentimental de cada uno de los participantes.

Pablo lloró con su historia y con la de todos los demás

Puedo entender que conocer un poco la persona que hay detrás de cada concursante puede servir para empatizar más con uno o con otro, pero dar a esto 15 minutos de prime time en una cadena pública es un exceso absoluto y es absolutamente irrelevante para el desarrollo del presunto concurso de cocina que hay detrás de todo esto. No me entretendré en detalles.

La prueba se presentó como celebración del día del amor. Cada concursante recibió una carta de sus parejas o seres queridos en las que se acordaban de un plato determinado. Ese sería el plato que tendrían que preparar los concursantes.

Samantha, con pendientes para la ocasión, se unió a la fiesta lacrimógena...

...y Pepe también

Como casposo aderezo de la prueba, invitaron al plató a 11 parejas desconocidas que serían los que probarían los platos de los 11 concursantes. Su presencia fue irrelevante, dado que no participaron en ninguna decisión. Irrelevante fue también la presencia de un reputado coctelero, que se dedicó a ejecutar sus creaciones para los invitados mientras los concursantes cocinaban.

Eva no perdonó un chupitazo, después de las lágrimas

Fueron realmente benevolentes sus familiares (si realmente fueron ellos los que eligieron las recetas), porque los platos escogidos eran en general bastante sencillos de realizar, sobre todo si se supone que los han preparado muchas veces.

Así que, con la emotividad a flor de piel, con un escenario de fondo entre ñoño y casposo donde 22 desconocidos esperaban la comida ,y a los sones del tema principal de "Vacaciones en el mar", los concursantes comenzaron a preparar sus platos.

Pepe supervisa el arroz con chorizo de Víctor, no vaya a ser que le ponga poco

Sally tenía uno de los platos más laboriosos (he dicho laborioso, no difícil), una especie de Chop Suey, que la tuvo cerca de media hora cortando verduras. Acompañó la pasta con esas verduras y con pollo, pero era un plato que pedía a gritos un toque oriental, una salsa de soja, un toque picante, pero el jurado no lo encontró y en eso se centraron las críticas. No dijeron que estuviera malo, pero si que no le había sacado todo el partido posible al plato.

Una especie de "yatekomo" volcado en un plato

Después de presentarnos a su novia, Pablo reconoció que no tenía ni idea de por qué le había pedido ese plato cuando había algún otro que era mucho más especial para ellos. Y es que el plato no invitaba al lucimiento, se llamaba nido de huevo con puré de patatas y galletas de cacahuete y kikos, y desde el principio ya se vio que Pablo no iba a mejorar las espectativas ya que el puré de patatas lo hizo a batidora y ya sabemos la textura tan rara que toma el puré en cuando se hace así.

Ni el planteamiento ni la presentación (ni el sabor) fueron correctos

Llegó el momento de la cata y pasó lo que tenía que pasar, al parecer estaba muy malo, y el jurado no ahorró calificativos. Comenzó Pepe diciendo que si esto era lo que preparaba por amor, cualquiera se comía lo que preparara cuando discutían. A Pablo comenzó a caerle una lágrima mejilla abajo y fue entonces cuando Samantha sacó el bazoka: "deberías plantearte participar en un culebrón, con lo llorica que eres...". No digo que no sea cierto, llorica es, y mucho, pero no cabe duda que ellos están sacando rédito televisivo de la incontinencia lacrimal del valenciano y son los menos adecuados para criticar precisamente eso.

Impactante perfil

La carta de la pareja de Lidia llevaba un mensaje oculto, quería que preparase la carne con tomate que le preparaba su madre y que ella misma nunca le había hecho. Buen material para un buen psicólogo, sin duda. El caso es que allí saco ella de manera bastante decente el guiso, el único problema fue que, al usar lomo, con el tiempo que tuvo le quedó algo duro.

Resulta sorprendente el cambio que nos están mostrando esta mujer, ha pasado de parecer que no sabía cocinar en absoluto a resolver todas las pruebas con bastante solvencia.

El guiso de la suegra

Fidel entregó su dosis lacrimógena y de vida perra y después se enfrentó a un reto bastante sencillo, preparar un estofado de ternera con sus hierbas, sus verduras, sus patatas y su salsa espesota. Triunfo para el alicantino, que una vez más ha demostrado estar en el escalón de arriba y, como ya apuntaba Gonzalo, está experimentando un espectacular progreso (veremos si no acaba en triunfo).

De libro

Mila también se lució con un plato que dominaba a la perfección, un arroz hecho en el horno y jalonado por todas esos tropezones que tanto gustan a Pepe, costilla, morcilla,... La ración le quedó una mijilla basta, como para dos o tres como mínimo, ya que quiso utilizar un aro enorme para emplatar, pero lo más importante es que el resultado gustó a los jueces, pese a que en ojo se veía un poco compacto.

Pese a su aspecto, estaba bueno

Antonio se encontró de sopetón con un plato que si sabía hacer y que además es muy agradecido, unas carrilleras de cerdo al vino tinto con miel y romero. No le restaré méritos a mi paisano simplemente porque abunde en el tópico del graciosillo andaluz que tanto nos molesta por aquí, hay que reconocerle que tenía una pinta estupenda y que, por primera vez desde el comienzo del programa, no tuvo que disculparse durante la cata. El jurado alabó sobre todo la textura melosa que había sabido dar a esta pieza tan gelatinosa.

Por fin un plato redondo

Andrea, después de llorar, saltar y comportarse como una preadolescente hablando de su primer amor, se metió en un jardín difícil de dominar, una ensalada de tres texturas de salmón. Ya la idea parecía bastante extraña, porque combinar el mismo producto en tres texturas en una misma elaboración puede ser confuso para el que lo come. Pero es que además tampoco estuvo fina en la ejecución. Jordi lo definió como un desastre conceptual.

¿Ahumado, cocido y marinado? ¿Crudo, semi-crudo y cuqui? ¿Qué pensáis?

Con Víctor me temo que se avecina un duro, y ya muy manido debate. ¿Se debe llamar paella a cualquier arroz que se elabore en el recipiente homónimo?. Esta vez no me voy a mojar porque ya sabemos que en todo el Levante son muy sensibles con este tema y tampoco es plan de tocarle las narices a nadie. El caso es que el malagueño se dejó caer con una paella con chorizo. Antes de que el director de wikipaella mande una queja formal a las Naciones Unidas y retire su representación diplomática en Málaga, hay que decir que Víctor pidió disculpas de antemano por la aberración y se puede pensar que lo dijo un poco en broma.

Chorizo con arroz

Aquí en Andalucía somos mucho de llamar paella a cualquier arroz hecho en plano, y tampoco creo que haya que hacer un drama de ello porque nosotros somos los primeros que sabemos que no es una paella como dios manda. Pero que sepáis que un gazpacho de sandía, o de fresas no es un gazpacho de libro y aquí estamos aguantando el chaparrón de gazpachos new-age sin perder la sonrisa y sin rasgarnos las vestiduras.

En la cata, se alabo el sabor potente que le aportaba el chorizo pero sin embargo, se criticó que el arroz había quedado duro.

El plato de Carlos me pareció, junto al de Pablo, el peor de todos. Le tocó preparar un risotto, al que él llamó manchego porque llevaba ¿pisto?. Creo que Carlos no sabe hacer un risotto, lo digo porque vimos cómo media hora antes de terminar la prueba ya estaba removiendo el arroz y, teniendo en cuenta que un risotto tarda en hacerse poco más de 15 minutos, es imposible que le saliera en su punto. Si a eso sumamos que usó nata en la elaboración, el resultado se parecía más a un arroz con leche bien compacto que a un sedoso risotto.

¿Vosotros veis el pisto por alguna parte? ¿Y el risotto?

Mireia recibió la carta de su padre, porque al parecer actualmente no tiene pareja (dato fundamental para entender la idiosincrasia de su cocina). El plato elegido por su progenitor fue ternera en salsa, más o menos lo mismo que Fidel. El plato le quedó mono, aunque no entendí mucho esos tristes champiñones fuera de la salsa, pero la cata no le fue bien. La criticaron por haberse pasado con las especias (yo la entiendo porque a mi me gustan los guisos bien especiados), pero Samantha, con esa característica mirada matadora, la sentenció: "Está incomible"

Más salsa, por favor

El último en pasar fue Kevin, que tenía que preparar panacota (nata cocida en italiano), el plato más fácil de los once. Y como le pareció muy fácil, decidió innovar y en vez de nata (recuerdo panacota= nata cocida), utilizó leche de oveja, porque a él le pareció que debía de quedar bien. No es que no se pueda usar leche para hacer algo parecido a la panacota, es que no sabe a panacota, ni nos valen las mismas proporciónes de ingredientes (habría que aumentar la proporción de gelatina).

El resultado fue el esperable, sus moldes quedaron muy blandos, e incluso uno de ellos se vino completamente abajo. Un desastre muy evitable. ¿Sería que no quería ser capitán?

Blandi blub

Con todo esto, tres fueron los candidatos destacados como los mejores de la prueba, en este orden; el tercero Fidel, segunda fue Mila y Antonio fue bendecido como campeón, un hecho insólito que ni él mismo acabó de creerse.

Antonio payasea un poco tras su triunfo


¿PRUEBA DE EQUIPOS?

Para la prueba supuestamente de grupos, se trasladaron al espacio multrigastronómico Platea, situado en la Plaza de Colón de Madrid en el antiguo cines Carlos III. Se trata de un espacio de ocio inaugurado hace menos de un año y dedicado especialmente a la alta gastronomía. Tres michelinosos se encargan de la oferta de tapas, Paco Roncero (al que parece vamos a ver en Top Chef), Pepe Solla y Marcos Morán, mientras que Ramón Freixa regenta un restaurante en un piso superior. El espacio permite combinar la gastronomía con eventos relacionados con otros campos, como el que vimos en el programa, centrado en el mundo de la moda.

Cine reconvertido en espacio gourmet (trad: prepara "el taco" que hemos invertido mucho)

Para hablar de este lugar, haré mias las palabras del gran Dolandus, que suscribo desde la primera a la última (con tu  permiso, amigo):

 "Estos “espacios gastronómicos” de última moda que están surgiendo como setas, elitistas, clasistas y carísimos, que tienen por lema absurdo que la buena gastronomía es un lujo al alcance de unos pocos (más quisieran) y que lo único que hacen es recordarte que ahí antes hubo otro espacio, en este caso, esa pedazo de sala de cine que era el Carlos III, mucho más útil, feliz y mejor. Son puro artificio para snobs. Es por eso que Samantha y su “gente importante” estuvieron en su salsa, aunque yo creo que la mayoría de los chefs participantes subieron el listón de prepotencia express" (Fin de la cita)

Si este viviera en Cádiz, a los dos días todos le llamaríamos "Carajo de mar", fijo

La distribución de equipos casi nos depara una batalla de géneros, pero sólo al final, Andrea (de manera incomprensible) prefirió llevarse a su equipo a Pablo que a Lidia (prefiero tener en mi equipo a un mueble-bar atravesado en la cocina, antes que a Pablo, la verdad). En resumen, todas las mujeres - Lidia + Pablo en el equipo rojo y todos los hombre - Pablo + Lidia en el azul.

Los equipos escuchan las explicaciones del jurado

Cada equipo tendría que preparar seis tapas de dos chefs cada uno y el capitán tendría que asignar cada tapa a uno de los concursantes. Antonio se quedó con las tapas de Ramón Freixa y Pepe Solla, mientras que Mila se quedó con las de Marcos Morán y Paco Roncero.

En el equipo azul, Víctor se quedó con los conos de berberechos con mayonesa de kimchi; Fidel con ;los berberechos, ostras y algas en agridulce de pimentón, Antonio escogió los callos a la gallega; Kevin se quedó con el Ferrero de foie; Lidia lidió con los chocochurros y Carlos con la tarta de Santiago en cuchara.

Adivinad cuál es cada una

En el equipo rojo Sally preparó alcachofas con huevo de codorniz y huevas de trucha; Pablo, cóctel sólido de manzana; Andrea hizo un bocadillo crujiente de quesos asturianos; Mila se quedó con el bogavante con sopa de aceite de oliva y Mireia asumió los dos postres (por ser más sencillo), torrija caramelizada y bizcocho de remolacha, pistacho y yogur.

Pues el conjunto queda feísimo

Aunque se trataba de una prueba de equipos, cada participante se centró más en la tapa que tenía asignada, y los capitanes no se percataron de que ellos tendrían que haber cogido la tapa más fácil para realizar una mejor labor de coordinación general y apoyo a los que tuvieran tapas más complicadas.

Víctor preparó una tapa de Ramón Freixa, un tipo aparentemente simpático pero que tenía comentarios bastante venenosos. La tapa consistía en un cucurucho comestible (hecho de diossabequé) relleno de camarones crujientes y aderezado con una mayonesa de kimchi. Como diría Andrea, muy coquimono todo.

Los camarones te miran desde su cono

No era una elaboración muy compleja, y entre Jordi y Freixa se encargaron de enmendar los errores de fritura del malagueño. Esto dio tiempo a Víctor para colaborar con Kevin y Fidel en sus elaboraciones. Tanto su tapa como su actitud solidaria fueron valoradas muy positivamente por el jurado.

Por su parte, Fidel tuvo que trabajarse un plato mucho más complejo, para empezar porque tuvo que abrir una a una un buen montón de ostras (y ya sabemos por Top Chef que no es nada fácil). Trabajó a destajo, pero aun así tuvo que recibir ayuda de algunos de sus compañeros y cuando recibió la visita del chef creador de la tapa, Pepe Solla, tuvo que aguantar que le dijeran que su agridulce de pimentón parecía más un alioli.

Tu salsita es una porquería, y lo sabes

El jurado, sin embargo, valoró muy bien su trabajo, e incluso le felicitó porque le había sobrado tiempo para ayudar a otros compañeros.

Sally se curró una tapa espectacular, y no vale quitarle méritos a la dolorosa porque tornearse cien alcachofas tiene muchísimo mérito, así que, al césar lo que es del césar. Preparó una tapa espectacular sin ayuda de nadie y después de entregarla no se arrugó para colaborar con sus compañeras. Y todo eso sin derramar ni una sola lágrima (bueno al finalizar la prueba si que lloró, a moco tendido).

Esto si que parecía comida y buena

El último de la primera ronda fue Pablo, con su cóctel sólido de manzana, sin duda, la más sencilla de todas las elaboraciones. El valenciano volvió a demostrar que en cuanto se le tuerce un poco la cosa se vuelve tan torpe que todo se viene abajo (incluido él mismo). Él iba muy lento, pero estaba contento, canturreaba absurdas cancioncillas que tenían desconcertados a sus compañeros, pero como tenía tiempo, parecía tener todo controlado.

"No puedo parar, de trabajar" (cantaba el muchacho)

Pero el tiempo fue pasando, y la tranquilidad de Pablo empezo a hacer mella en Pepe, que en un momento dado se cansó y empezó a darle caña, en esta ocasión ni inmerecida ni desproporcionada. Pablo entró inmediatamente en crisis y protagonizó patéticos momentos de autodestrucción que nos recordaron al celebérrimo "quién me pone la pierna encima" de aquel primer gran hermano que todo el mundo vio (reconocedlo).

Pepe, en plena bronca

Al final, con mucha ayuda externa, su sencilla tapa salió, pero el mal trabajo realizado y el hecho de que una vez más echara balones fuera, en vez de asumir su culpa, le llevó de cabeza a la prueba de eliminación.

La segunda ronda de presentaciones comenzó con Antonio, que había elegido unos callos a la gallega pero se llevó la sorpresa de que los callos no eran tales, sino que estaban hechos de calamar.

Qué salsa más clarita

Al principio se centró mucho en su trabajo, porque después de dejar el guiso en marcha, Bordi tuvo que enmendarle la plana porque había hecho muy poca cantidad. Pero una vez que lo arregló siq ue empezó a ejercer de coordinador y llevó por delante todas las elaboraciones que había en marcha.

Cuando llegó Pepe Solla a supervisar su plato, también le dio un empujoncito, porque le chivó que el guiso necesitaba comino que él no había puesto. Total que al final el guiso quedó decente (aunque a mi me parece que un guisote de estos debe quedar bastante más espeso) y además, su labor como jefe fue salvada pese a que mencionaron su exceso de nerviosismo que le llevó por momentos a tal nivel de sudoración, que nos acordamos, y mucho, de nuestro añorado Sudorman de Top Chef.

Profundo conocimiento del comino

Mila se olvidó por completo de la capitanía, porque su plato exigía pelar y limpiar 30 bogavantes, y eso es muy duro. Puso mucho empeño en lo suyo y la tapa le quedó muy bien, pero su falta de liderazgo fue muy mal valorada por los jueces. No creo que la crítica sea excesivamente justa, al menos en esta ocasión, porque curiosamente, los que fallaron fueron los que menos supervisión necesitaban por tener las elaboraciones más fáciles, pero el jurado estimó que debía de ir a la prueba de eliminación.

Estaba tan orgullosa de su salsa, que lo llenó hasta el borde, imagino a los VIPS llenándose de caldazo sus ropitas de diseño (y me parto)

Por fin tuvo Andrea un día tranquilo. Es evidente que no tiene mimbres para ser una gran cocinera, pero cuando tiene claro lo que tiene que hacer, es muy eficaz, y en el programa de ayer lo demostró. Le salieron unos bocadillos crujientes de quesos asturianos (ay, si alguna abuela asturiana levantara la cabeza y viera esto) muy parecidos a los originales de Marcos Morán, y le sobró tiempo y disposición para ofrecerse a ayudar a quien lo necesitara. Evitó con justicia la prueba de eliminación.

¿Os imagináis pedir un bocadillo y que te pongan esto?

El último de la segunda ronda fue Kevin, que preparó los bpmbones plateados de foie, una frivolidad de Ramón Freixa que lleva foie micuit, almendra tostada, chocolate y papel plateado comestible (hecho de veteasaberquécosa). Una combinación aparentemente repulsiva, pero, doctores tiene la iglesia.

Así envuelvo yo a veces los bocadillos que le pongo a mi hija para el cole

Tuvo que aguantar Kevin, hasta dos veces, la desagradable visita del histriónico Freixa, que cocinará muy bien, pero desde luego no sabe cómo decir las cosas. El modelo no encajó nada de bien las críticas, y es comprensible, porque no fueron en absoluto constructivas ni educadas. Pero el jurado no lo pasó por alto y habló de actitud lamentable del de Tarragona, que tuvo que pedir públicamente perdón y tragarse su presencia en la prueba de eliminación.

Freixa estuvo desagradable y maleducado, mucho más que Kevin

Comenzó la ronda de postres la tarta de Santiago en cuchara de Carlos, un plato relativamente sencillo que lució muy poco al chacinero. No tuvo Carlos su tarde, lleva un par de programas muy bajo, pero parece que tiene maneras suficientes para afrontar sin problemas las pruebas de eliminación como la de esta semana a la que los jueces le abocaron.

Sinceramente, mola mucho más la tarta de Santiago normal

Después aparecieron los chocochurros de Lidia, a la que no le apetecía en absoluto tener que tragarse el olor a fritanga, pero en fin. No era algo complicado pero lo sacó muy bien y ella solita, aunque Ramón Freixa se encargó de matizar que no estaban iguales que los que ellos hacen. Si es mudo, probablemente explota y hubiera manchado los zapatos de "Carajo de mar" y compañía. No obstante, por alguna razón que desconocemos, no fue suficiente para superar esta prueba y fue condenada a la de eliminación.

Pero que conste que los míos son mejores

La peor parte la llevó Mireia, que se encargó de los postres del equipo rojo. Desde un primer momento se vio que su sifón para el bizcoho de remolacha no salía (ni se le esperaba), pero ella, en lugar de intentar repetirlo, se empeñó en esperar y esperar, hasta que llegado el momento pues no salió y se quedaron sin postre. Intentaron montar un mamarracho con los adornos, pero Pepe, con buen criterio, abortó el bochorno. Pero lo que no evitó fue una esperpéntica parodia en la que, ataviado con un cucurucho de papel, imitaba la actitud de un loco. Una vez más, ¿alguien puede decirle a este señor que ese tipo de cosas no son graciosas?

Urge una conversación seria con este hombre

Como la torrija caramelizada había salido tarde y mal, y además su ayuda en el equipo había sido muy escasa, Mireia, por méritos propio fue la sexta invitada a la prueba de eliminación.

En resumen, una prueba de equipos valorada individualmente (me parece bien) que dio como candidatos a la eliminación a Mila, Pablo, Mireia, Kevin, Carlos y Lidia



Masterchef 3.7: Comenta en directo. ¿Caerá hoy la cuquimona?

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Comenta en directo el programa de hoy de Masterchef en Cocinar con-Ciencia

Ella viene de otro planeta

Masterchef 3.7: Un estudiado toque de atención

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Llegamos al ecuador de esta accidentada edición de Masterchef y seguimos viendo como los concursantes menos televisivos van cayendo eliminados sin piedad. En esta ocasión le ha tocado el turno a Víctor que en la cocina no ha demostrado gran cosa y no ha sabido, como otros, ganarse el puesto a base de otros méritos patético-sentimentales.

Víctor se desquició en la prueba de eliminación.

Destacaré en esta introducción que el jurado lleva un par de semanas mucho más comedido, se ve que las abundantes críticas van haciendo mella en el equipo de producción y montaje y nos intentan mostrar una imagen más moderada, ecuánime e incluso amable de los tres chefs. Como consecuencia de esta tendencia, hemos tenido un programa más tranquilo, hemos visto mucha más cocina e incluso hemos tenido dos amagos de masterclass.

Pero pese a ello, me he quedado muy sorprendido con las extemporáneas y a todas luces excesivas broncas que se ha marcado Bordi con Sally y con Carlos. A la primera le ha echado en cara su falta de progreso y le ha instado a espabilar, cuando ha sido hasta el momento la que mejor ha cocinado. A Carlos, le ha dado por haber hecho un comentario sobre una elaboración de Kevin durante la prueba final, que ni siquiera llegaba a ser crítica. Resulta extraño que precisamente salga a defender a Kevin, que desde el balcón no deja títere con cabeza. Parece que, siete semanas después, quieren mostrarnos lo ecuánimes que son, abroncando también a los favoritos, para que veamos que no siempre van a ser Pablo o Kevin los atacados.

Bordi sobredimensionó las palabras de Carlos...

...pero Carlos se defendió bien al considerar injusta la crítica.


PRUEBA POR PAREJAS CON PRESIÓN AÑADIDA: EL QUE PIERDA A LA ELIMINACIÓN

Tocó esta vez, para comenzar el programa, la ya clásica prueba por parejas que se van alternando en los fogones. Una prueba perfecta para las intenciones del programa, porque en estos casos, los malos malísimos y los que se creen herederos de Subijana son incapaces de disimular su prepotencia y suelen ponerse bastante bordes con sus "ineptos" compañeros.

Antonio intenta trabajar, con Mila gritando en lontananza: esto es pasión en la cocina

No sabemos con qué criterio, pero las parejas venían preasignadas. Kevin con Pablo, Mila con Antonio, Carlos con Andrea, Sally con Fidel y Lidia con Víctor. A priori, la cosa pintaba mal para Kevin y Pablo, si ya les dan cera cuando trabajan por separado, era previsible que les dieran doble cera si cocinaban juntos. Y así fue. Además, en este caso los que perdieran tendrían doble castigo porque irían a la prueba de eliminación directamente.

La prueba consistía en una doble eleaboración. Por una parte tendrían que preparar un capón deshuesado y relleno partiendo del bicho entero, por otra parte disponían de una masa de pan lista para darle forma y la última fermentación y un montón de cositas para ponerle dentro.

Llegado este punto, es difícil hacer un mal pan

Fue entonces cuando apareció en el plató Jordi Morera, artesano panadero de L´espiga D´or, para enseñar a los concursantes qué tenían que hacer con la masa que tenían. Me hice la ilusión de que nos iban a dar una masterclass de panificación, y la verdad es que fue precioso ver  la delicadeza con la que este hombre manejaba los trozos de masa, pero no es menos cierto que resultó frustrante el poquísimo tiempo que le dedicaron en el montaje y nos dejaron con la miel en los labios. ¿Merece la pena traer a un profesional cualificado y prestigioso para darle un minuto y medio en el montaje final? Yo creo que no.

Jordi Morera currándose una trenza de semillas

La pareja formada por Kevin y el Karganteka no tuvo mucho protagonismo en la primera prueba, de hecho, apenas les vimos cocinar, quizás porque el montaje se centró en los gritos que Mila le daba a Carlos o en los nervios de Sally, que no se fiaba ni un pelo de Fidel.

El hecho es que fueron casi los últimos en terminar de deshuesar el pollo, primero porque ninguno de los dos tenía mucha idea, segundo porque ambos son más bien tranquilos y tercero, y quizás lo más importante, porque fue la única pareja que se organizó de manera diferente, en vez de ir siguiendo el trabajo del otro, cada uno se encargaba íntegramente de una elaboración.

Pablo se centró en preparar el relleno y Kevin deshuesó

Quizás por estas razones, les faltó algo de tiempo para el horneado y el resultado final fue un capón dorado pero no mucho, que además cuando fue cortado soltó un caldito sanguinolento bastante desagradable.

Bastante gore (para ser un pollo)

Más delito tiene en mi opinión el mamarracho que hicieron como pan. No se muy bien quién es el que les ha dicho a estos señores que el pan hay que hornearlo con la puerta del horno abierta. Jordi Morera les había dicho precisamente lo contrario, al principio 230 o 240 grados para que el pan suba con fuerza y después un poco menos para que termine de cocerse sin quemarse. Como bien dijo Pepe, la puerta abierta hace que baje mucho la temperatura y no se consiga el efecto deseado. Si a esto sumamos que no respetaron el tiempo necesario para que fermentara después del formado de la pieza, el resultado fue el esperable, unos bollos apelmazados y medio crudos de aspecto incomible.


La comparación entre los panes de Morera y los de la doble K es dolorosa

La "suerte" deparó la unión de Andrea y Carlos, la bella y la bestia o la cuqui y el choni, como queráis. Ya sabemos que Andrea de creatividad no entiende, pero cuando sigue unas pautas no se defiende mal. en este caso se vio que la pareja funcionaría desde el primer momento.

Andrea mira con rendida admiración a Carlos

La cosa fue sencilla, Andrea cedió el mando de las operaciones a Carlos, y éste, que cada vez da más el cante que de cocina sabe mucho más de lo que dice, se encargó de todo, asumió el deshuesado y fue dando a la insustancial modelo todas las instrucciones necesarias para que no se equivocara y el resultado fue bastante bueno, sobre todo si lo comparamos con los de los demás.

El capón , sin estar perfecto, quedó bastante mejor que los demás...

...igual que el pan, que siendo bastante flojito, destacó entre los truños de las otras parejas

Al capón le faltaba horno, pero al menos ya no se percibían sus constantes vitales, ni sangraba. Por otra parte, tuvieron el acierto de acompañar su pan con abundante jamón, por lo que en la cata pasó bastante desapercibido el hecho de que la cocción no había sido correcta y el pan se rompía al cortarlo, pero claro, resultaba mucho más llamativo que Pepe montara su numerito haciéndose un bocata de jamón de medio metro.

Con la gracia que nos hacían estas cosas antiguamente...

La pareja formada por Sally y Fidel prometía ser un equipo muy solvente, pero la paraguaya se siente tan superior a todos los demás (a lo mejor porque ha estudiado más cocina que ellos), que no confía absolutamente en nadie. Un fallo de entendimiento entre ambos, Fidel creyó que era él el que tenía que entrar en el supermercado al principio de la prueba, hizo que Sally se desquiciara y a partir de ese momento fuera un manojo de nervios.

Sally, descompuesta por no poder intervenir

Los comentarios llegaron a resultar hirientes por momentos para Fidel, en todo momento hablaba de SU capón o de SU pan, obviando el detalle de que se supone que eran un equipo en el que ambos habían trabajado a partes iguales.

El resultado fue un capón de buen aspecto que fue bastante alabado por el jurado, pero sin embargo presentaron un pan doradito por fuera pero bastante crudo por dentro, que había sido horneado a demasiada temperatura y además no había pasado por la última fermentación, un auténtico bodrio incomible.

Fue aquí donde Bordi saltó de manera inopinada para criticar a Sally, dejando caer que su falta de progreso podía costarle caro. Empiezo a barruntar que a Sally le puede haber tocado el ingrato papel que cumplió José David en la primera edición y Emil en la segunda, la del que sabe cocinar muy bien pero sabe que no va a ganar ni de coña, porque en el momento que interese, saldrán con el rollo de la falta de progreso para eliminarla. Tiempo al tiempo.

Una de cal...

...y una de arena

Uno de los peores resultados de la prueba lo obtuvieron Lidia y Víctor. Si bien cocinaron en buena armonía, cosa que no se puede decir de otros, presentaron un pan que, pese a no tener mal aspecto, adolecía de los mismos errores que los de muchos de sus compañeros, falta de fermentación y excesiva temperatura de horneado.

Bonitos por fuera, crudos y apelmazados por dentro

En el capón metieron la pata hasta el fondo. En concreto, fue Víctor el que propuso saltear la carne del relleno para asegurar la cocción de la misma si faltaba tiempo de horneado, pero luego fue incapaz de ligarla con el resto del relleno. El resultado fue que era imposible cortar una tajada medianamente consistente porque el relleno se desmigaba completamente.

Migas de capón

Los momentos más desagradables de la prueba los protagonizaron Mila y Antonio. Desde el primer momento la valenciana se colgó los galones y decidió ningunear al presuntamente simpático andaluz. Todo el tiempo que Antonio se pasó intentando deshuesar el pollo, Mila se lo pasó cuestionando su capacidad para hacerlo, y así es imposible hacer nada decente, en especial si no eres especialmente hábil, como es el caso de Antonio.

Antonio, ¿tu sabes lo que es un pollo?

Entre muchos gritos, reproches y quejas fueron avanzando en la elaboración de sus platos y casi se puede considerar un milagro que presentaran algo ante el jurado.

El capón fue el más doradito

El capón era el que mejor aspecto tenía de los cinco, pero ya estamos acostumbrados a que el aspecto muchas veces choca con la opinión de los jueces que son los únicos que saben realmente si el plato está malo o bueno. Y en este caso, no estaba bueno, la queja principal fue que estaba demasiado crudo el relleno. Sinceramente creo que en esta prueba es lo que iban buscando porque no se vio a nadie perder el tiempo y tres de los cinco rellenos estaban demasiado crudos.

Otro pan sin fermentar

En el pan también cometieron el mismo fallo que otros de sus rivales, lo hicieron demasiado tarde y no le dieron la fermentación final, por lo que el pan quedó apelmazado y crudillo por dentro.

Con estos mimbres, el jurado tenía una decisión difícil entre manos. Yo hubiera castigado el fallo técnico de Víctor en el capón y hubiera elegido a él y a Lidia como los perdeodres, pero el jurado ni siquiera los señaló entre los dos peores, que fueron las parejas Mila-Antonio y la doble K.

El rendimiento de ambos equipos fue similar, pero la doble K trabajó en armonía y los otros dos por poco se matan, pero sorprendentemente, en vez de restar, esta actitud sumó, porque el jurado interpretó, a su extraña manera, que esto era "pasión en la cocina" y así nos vendió la moto para condenar a los que todos sospechábamos que iban a caer, Kevin y Karganteka.

La pareja cuqui-choni celebra su éxito con mucho cariño

Y Kevin nos muestra sus otras armas


PRUEBA DE GRUPOS: NAUFRAGIO EN EL PARAISO

Cuando escuchas eso de que las Canarias son las islas afortunadas y que es un paraíso todo el año uno tiende a pensar que es un relamido eslogan setentero para atraer el turismo. Eso puede ocurrir hasta conoces en persona cómo son las islas y te das cuenta de que el eslogan no sólo no hace justicia a las maravillas que esconden sino que se queda muy muy corto.

El teide es solo uno de los muchos atractivos de Tenerife

La idea de hacer pruebas exteriores en localizaciones singulares que además posean productos de calidad podía ser un lugar común en los programas de Masterchef, es más, para mi sería lo adecuado, tratándose de una cadena pública que no debería regirse por los habituales criterios comerciales que siguen las cadenas privadas.

La prueba comenzó así, con un traslado a la isla de Tenerife y una descubierta de la riqueza cultural y gastronómica de la que disfrutan en esas tierras.

Algunos concursantes descubrieron que las patatas salen del suelo

Después, un nuevo traslado llevó a los concursantes a la cima del Teide, donde les explicaron cómo sería la prueba.

La primera sorpresa es que en vez de la cuqui y el choni, los capitanes serían Kevin y Pablo, y su labor al frente de los equipos podría redimirlos de participar en la prueba de eliminación. En resumen, como siempre, el equipo que pierde es el que va a la eliminación, Para esto no hacía falta tanto rollo de que el que perdiera a la primera prueba estaba condenado a la eliminación.

Andrea encajó muy mal no ser capitana

La clave de la prueba fue la elección de los equipos, en la que Kevin, con gran torpeza, dejó que Pablo se llevara a los dos pesos pesados, quedándose él con un equipo mucho menos potente. en resumen, Pablo lideró el equipo azul de Carlos, Lidia, Sally y Antonio y Kevin capitaneó a los rojos, Mila, Andrea, Fidel y Víctor.

Pese a la altura, los equipos volaron bastante bajo

Cada equipo se encargó de preparar un menú compuesto por un plato principal y un postre, todos ellos platos típicos de la zona y de maridarlos con una serie de vinos tinerfeños que habían estado conociendo por la mañana.

El equipo azul se quedó por el que estaba compuesto por rancho canario y quesillo con chantilly, un guisote con fundamento pero bastante sencillo y una especie de flan elaborado con leche condensada que tampoco revestía especial complicación.

Menú austero

En la misma línea de optar por la sencillez, al equipo rojo le tocó en suerte un guiso de costilla con papa vieja y de postre, bienmesabe. Si os fijáis, hasta ahora las pruebas de equipo siempre han tenido el mismo patrón, platos tirando a facilones que se complican por la intervención del jurado (como en Andorra) o por que el tiempo es excesivamente corto. El resultado es que el acabar en la prueba de eliminación depende en demasiadas ocasiones del azar o de la arbitrariedad de los jueces.

Fijaros en lo llenos que están los platos, acordaros para dentro de un rato

En esta ocasión no hubo visitantes ilustres de los de genuflexión y baboseo, sino un conjunto de personas corrientes, algunas celebridades locales, a los que les dieron mucha menos bola que a los ilustrísimos habituales.

En este caso, se instó a los capitanes a asignar cada plato a dos miembros del equipo y quedarse ellos coordinando. Pablo asignó el rancho canario a Carlos y a Lidia y el postre a Sally y Antonio. Kevin, por su parte designó para el primero a Víctor y Andrea y para el postre a Fidel y Mila.

El equipo rojo partía, a priori, con clara desventaja, y esa sensación se empezó a confirmar desde el minuto uno. Nadie estaba contento con lo que le había tocado, en especial Andrea que se había hecho la idea de hacer el postre y se sintió muy perdida ante esa extraña novedad de la cocina molecular a la que llaman "guiso".

Andrea ahora se nos queja de que no le han dejado hacer el postre cuqui

El equipo rojo se acopló mucho mejor al trabajo. Carlos tomó el mando del guiso, una garantía, mientras que Sally hizo lo propio con el postre, mientras tanto, Lidia y Antonio asumieron sus papeles de pinche sin rechistar. Además, como Pablo no estaba estorbando ni lloriqueando, todos contentos.

Antonio le hizo el trabajo sucio a Sally

Con el equipo rojo enfurruñado lento y con el azul mejor avenido, llegó el elemento desequilibrante. A mitad de la prueba, Bordi Cruz les enseñó a preparar unas ensaladas de melón y de piña servidas en la propia cáscara de la fruta, y les encargó a cada equipo que prepararan 80 raciones.

Que se vean esas tres dos estrellas Michelin

El trabajo era de lo más tedioso y de lo menos creativo, vaciar 80 melones o piñas es una tarea árdua, casi lo de menos era lo que llevaran dentro.

En cualquier caso, los equipos empezaron con calma, pero en seguida se dieron cuenta de que no iban a llegar y fueron dedicando cada vez más esfuerzo a la ensalada. Otra vez fue el equipo azul el que tomó la delantera en cuanto a organización, principalmente por la indecisión de Kevin, que, pese a que los de su equipo se ofrecían para ayudar, parecía peleado con el mundo y no terminaba de decidir qué es lo que había que hacer.

La indecisión de Kevin le llevó a tener problemas con todos

La consecuencia final de todo esto fue que el equipo rojo fue acumulando retraso y los chefs, en heroica acción, tuvieron que enfundarse las chaquetillas y rescatar a los de Kevin para que pudieran sacar adelante los platos.

Bordi imparte su bendición a la intervención en el equipo rojo

Lo primero en salir fueron las ensaladas, bueno, al menos la del equipo azul, porque la del rojo se hizo esperar bastante. La ensalada era un cutrerío, pero no porque la hubieran hecho mal, sino porque conceptualmente lo era. Recordaba mucho a los cócteles de marisco que tan de moda estuvieron en la época del melón con jamón.

Lo podían haber servido en "Vacaciones en el mar"

Pero la del rojo, además de ser muy tardía fue aún peor, porque con las prisas emplataron (o enmelonaron) de prisa y corriendo y cada ensalada les quedó distinta, siendo la media bastante cutre (cuatro hierbas mal puestas, peor aliñadas y sin apenas langosta, que es lo que debería alegrar un poco el plato)

Pregunta para Bordi. Si la cáscara del melón no se come, ¿para qué la pones?

Después llegó el turno a los principales. el equipo azul, que había hecho los deberes, presentó un plato apetecible y contundente, aunque de raciones bastante escasas, en un lugar donde si pecan de algo es de excesivos. Los invitados destacaron cómo habían atinado con el sabor. Sin embargo, este guiso va "engordado" con papas y fideos, y ni lo uno ni lo otro tuvieron la suficiente presencia en los platos de los comensales.

¿No había un plato que no estuviera medio comido?

El equipo rojo nuevamente se retrasó mucho, y ni siquiera con la ayuda del jurado consiguieron sacar un plato medio decente. Una mísera papa, acompañada de un ridículo trozo de maíz y de una costilla completamente cruda, todo ello aderezado con un mojo verde elaborado por Bordi. Uno de los invitados tiene un restaurante cuya especialidad es este plato y tengo que decir que admiro la templaza con la que este hombre afirmó, sin esbozar una leve sonrisa, que estaba bastante bueno.

Cocina de autor....para perros (os acordáis de la foto de antes)

A estas alturas ya estaba todo bastante decantado, pero el postre desequilibró aun más la cosa. El equipo azul tenía un postre más sencillo y lo ejecutó bastante bien. Como decíamos antes, el quesillo es una especie de flan de leche condensada de elaboración sencilla, que en este caso se acompañó de caramelo líquido y chantilly.

Masterchef Junior, nivel aficionado

En el equipo rojo, Mila destapó la caja de los truenos. Ella era la encargada del postre, y fue la responsable de que saliera fatal. El bienmesabe consiste en una pasta de almendra, azucar y huevo que debería fondear el plato y que finalmente debía de quedar coronada con unos pegotitos de mouse.
En vez de estar pendiente de la elaboración, Mila se dedicó a mariposear de un lado para otro ofreciéndose para ayudar, y al final, esa falta de atención acabó por arruinar el postre que parecía más un bizcocho de soletilla coronado con ¿gachas? ¿requesón? ¿pan mojado? Juzgad vosotros mismos, se admiten interpretaciones.

Recordemos otra vez la foto de antes. Cualquier parecido, pura coincidencia

Descubrimos en el programa de ayer que el canario es complaciente y bien educado, y los comensales, en lugar de tirárselo a la cara a su perpetradora, mantuvieron el tipo. Kevin, sin embargo, cargó duramente contra Mila, que aguantó el chaparrón que merecía balbuceando no se que chorrada de respeto a la edad y que no sabía hacerlo.

Mila, deseando que se la trague el Teide

Esta vez estuvo todo tan claro que no hubo deliberación, incluso antes de que acabara la prueba Pepe comunicó a Pablo que él y su equipo estaban libres de la eliminación. Pepe tuvo que soportar dos intensos "si, chef" a escasos centímetros de su cara y por unos momentos temimos que Pablo le comiera la boca al toledano allí mismo, en tan singular paisaje.

¿De quién es esa mano a la espalda de Pablo?

Kevin, por su parte, seguía muy ofuscado con Mila cuando le comunicaron la noticia, y encajó muy mal que no hubiera habido deliberación. Creo que, por una vez, no hubo duda alguna en la decisión, que, visto lo visto, se puede considerar más que justa,

Kevin doblado de ira frustración ante el inmenso Teide

Como premio adicional, los ganadores de la prueba visitaron el local de Diego Guerrero, donde pudieron disfrutar de una masterclass del afamado chef. No así nosotros que apenas pudimos disfrutar de un resumen de un minuto de tal evento.

Visto y no visto


PRUEBA DE ELIMINACIÓN: ABRIR UNA LATA NO ES COCINAR

Cinco candidatos y una sola eliminación. Kevin, Víctor, Mila, Andrea y Fidel se enfrentaron a la prueba de eliminación menos concurrida hasta el momento, y Kevin parecía tener la espada de Damocles sobre su cabeza.

En esta ocasión, la prueba constaba de una caja sorpresa, que al ser destapada nos descubrió la presencia de 80 latas distintas por cada concursante.

Y ahora, a abrirlas todas

Con el contenido de todas esas latas anónimas, y con un pequeño suministro de productos básicos, los concursantes debían intentar preparar algo cocinado y decente. Cabe pensar que todos ellos empezarían como locos a abrir una a una las latas, pero ayer nos enteramos que abrir latas no es nada cuqui, por eso Andrea se limitó a abrir unas poquitas y a trabajar con esos ingredientes.

Andrea, una caricatura de sí misma

Era una prueba complicada, teniendo en cuenta que en las latas los productos suelen venir ya listos para comer, por lo que reelaborarlos no suele ser fácil y puede tener resultados catastróficos.

Mila invirtió muy poco tiempo en abrir latas, y se quedó con la ventresca de atún en cuanto la encontró. Luego, en un alarde de creatividad sin límites, se limitó a hacer unas torillas rellenas, es decir, una tortilla francesa, con una rallita de atún, enrollada a modo de crep. Sin duda Ferra Adrià debe estar pensando en ella para la parte creativa del Bulli (para cuando vuelva a abrir).

Joder, jugarse la eliminación con esto

Pero no contenta con esto, todavía tuvo tiempo de perpetrar una crema fría de cangrejo rey, que incluía, entre otros ingredientes, el aceite de la ventresca. Repugnante, en palabras de Samantha.

Pero sorprendentemente (es un recurso literario, porque a estas alturas esto no nos puede sorprender), el jurado alabó su tortillita liá (como decimos por aquí) y ni siquiera la consideró entre las dos peores, increible.

Puede haber algo menos apetecible


ESTA CRÓNICA ESTÁ EN PROCESO DE ELABORACIÓN, Y SE IRÁ ACTUALIZANDO A MEDIDA QUE MIS OBLIGACIONES ME LO PERMITAN. GRACIAS


Masterchef 3.8: Comenta en directo. ¿Quién será el expulsado?

Masterchef 3.8: Ni las monjas obraron el Milagro

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Desde hace semanas, Mila había entrado en una dinámica autodestructiva, cocinar de pena y además sacar un injustificado aire de superioridad, adornado con soberbia y malos modos, con aquellos a los que ella consideraba inferiores. Primero fue Lidia, a la que quitó el pollo, después Antonio al que no dejó ni respirar la semana pasada, más tarde le tocó a Kevin, al que se negó a escuchar como jefe de equipo, y ayer Andrea corrió la misma suerte.

No es de extrañar, por tanto, que fueran sus propios compañeros los que certificaran la evidencia, su tarta en la prueba de eliminación era impresentable. Pero en el último momento aun tuvo, en la cámara personal, una frase para la historia, un canto de cisne que la deja en peor lugar todavía, "Lidia, vete tu que estás embarazada y tienes una buena vida". Cansa ya que en este país se lance a las mujeres el embarazo como arma arrojadiza, y es especialmente chocante viniendo de otra mujer.

Curiosa paradoja la de ayer, que en presencia de dos monjas la que caiga sea Milagros, pero es que la soberbia es un pecado capital, y de los gordos.

Los buñuelos malditos de Mila




PRUEBA DE PRESIÓN: COCINA DE BATALLA

Par esta primera prueba, quisieron sorprender a los concursantes colocando en el plató un elemento familiar, sus propias neveras. Pero no, no eran ellas, eran unas impostoras disfrazadas de las suyas, porque, ¿cómo es posible que todos los concursantes tengan la nevera de la marca que patrocina el programa?. Pues eso, otro espacio publicitario encubierto, una manera de mostrarnos el catálogo de Bosch, pero tuneado con los imanes y chorradas de los concursantes.

Si no tienes una Bosch, no puedes entrar en Masterchef

La visión de sus objetos personales colgados de las neveras nos demostró una vez más que el nivel de madurez intelectual y emocional de algunos de los participantes es similar al de los protagonistas de "los albóndigas en remojo". Y el mejor ejemplo de este fenómeno es Andrea, que si perdió los papeles al ver una nevera, no me imagino que le sucederá cuando vea a su madre (por ejemplo).

Andrea al borde de un ataque de nervios

Pues las neveras venían cargadas supuestamente con lo que habían dejado en ellas antes de entrar al programa y con eso tendrían que montar un plato espectacular. Una prueba interesante, pero cargada de arbitrariedad, porque cada concursante partía con distintos elementos iniciales que condicionaban mucho qué plato podían preparar.

Pero antes de empezar tuvimos una nueva sesión de pesares y lamentos por parte de Fidel claramente prescindible y la presentación de un ingrediente adicional que tendrían que incluir en el plato. Una nueva excusa para promocionar al supermercado patrocinador, cuyo experto quesero nos dio una supuesta masterclass de queso que consistió básicamente en decir el nombre de unos cuantos.

Masterclass consistente en leer la etiqueta

Me veo en la obligación de barrer un poco para casa y reclamar algo de atención hacia algunos quesos andaluces que son de primera calidad y sistemáticamente son ignorados en este programa. Solo en la provincia de Cádiz tenemos un queso espectacular, que año tras año arrasa en los certámenes internacionales del sector, con denominación propia, el Payoyo, pero otros como el Bosqueño, el Pajarete o el Bucarito de Rota no creo que tengan nada que envidiarle a los que vende el supermercado patrocinador, y están presentes en las cocinas de restaurantes de mucho prestigio.

La prueba evidenció una vez más el bajísimo nivel de los concursantes de este año. Salvo Sally y Carlos, que se defienden bien, el resto oscila entre la falta de imaginación y la falta de cualidades (en proporciones variables de cada cosa) y en todas y cada una de las pruebas se estrellan y son zarandeados por los jueces. Este año no hemos visto platos como el ravioli invertido de Clara, el de calabacín de Eva Micaela, el bacalao al pilpil de Juan Manuel o el curry de frutos rojos de Emil, y sinceramente, creo que vamos a terminar la temporada sin ver nada parecido.

Un ejemplo del nivelazo de este año

Compartiendo la opinión de algunos de nuestros comentaristas, debo reconocer que Andrea no me cae especialmente mal, simplemente considero que es una niña metida en el cuerpo de un adulto, por lo que las emociones las gestiona como una niña y queda algo ridículo con el cuerpo que tiene. Pero cocinando me parece de lo más honesto que hay en el programa. Es lo que es, tiene muchas limitaciones pero no engaña a nadie, no pretende parecer más de lo que es ni cocinar cosas que no sabe hacer.

Andrea cocina muy concentrada

Para esta prueba escogió una elaboración parecida a otras que ya le hemos visto antes, unos canelones de calabacín rellenos de queso acompañados por lo que ella llamó "concasse de tomate", pero que en realidad era una mermelada. Ella pretendió hacer una ensalada ligera, pero al parecer el exceso de dulzor y la falta de un contraste ácido daban al plato la sensación de ser un postre.

El happy emplatado de Andrea

Andrea disfruta especialmente del momento del emplatado, es el momento de convertir una ordinariez que se come en algo realmente cuqui, es el momento happy-emplatado (según sus propias palabras), y hay que reconocer que le quedó muy bien. 

El jurado hizo una valoración bastante buena y centró sus pocas críticas en pequeños problemas de ejecución. Andrea no cabía en sí de emoción, pero en seguida nos pusieron a Sally en el confesionario, afirmando que no la consideraba rival e insinuando que si hacía cosas bien era gracias a ella que le enseñaba....

Hoy Asun, Pep, Queca, Xavi, Siso, Lico, Ninky y Yoyo estarán orgullosos de ella

Kevin estuvio apunto de hacer la cagada de la noche, y la hubiera hecho de no mediar la intervención de los jueces, que últimamente están de lo más arbitrarios a la hora de repartir consejos. Preparó unos champiñones rellenos y se le ocurrió la brillante idea de cubrirlos con una espuma de salsa rosa hecha en el sifón. Una guarrindongada de libro.

Finalmente, le disuadieron y no lo puso, así que presentó unos champiñones rellenos muy normalitos con los que pasó la prueba sin pena ni gloria.

Champiñones a las tres proteínas, esto no tiene que ser ligero

Carlos no tuvo su mejor prueba. Aprovechó un buen trozo de salmón para elaborar dos platos distintos. Por una parte, preparó un trozo a la plancha, acompañado de crema de alcachofas y queso de mahón, por otra, con el salmón que le quedaba, preparó un tartar.

Fino emplatado para ser autodidacta, cada vez estoy más convencido de que no lo es

Pero ambas elaboraciones tenían fallos garrafales. El salmón a la plancha estaba tostado por fuera pero crudísimo por dentro, mientras que el tartar estaba demasiado hecho. Las críticas le llovieron y Sally nos recordó lo mucho que se alegraba de ver cómo su máximo rival mordía el polvo.

Sushi de salmón

A Fidel esta vez lo vimos muy relajado, se ve que la idea que tenía en la cabeza le convencía completamente, pero tuvo su porción de realidad cuando Pepe visitó su puesto y le dijo que era un plato vulgar, unos espaguetis con tomate con ínfulas. La realidad es que el plato no era ni bueno ni bonito, tras la estética de un plato combinado de bar de carretera, se escondían unos espaguetis sequerones acompañados de un tomate con verduritas y bacon. Muy poca cosa para un concurso de presuntos talentos como es debería ser este.

Digno de nuestro recordado Borja de Top Chef (o de Honoratrix)

Pero en prinicpio, aceptó bien la crítica, sólo se alteró Fidel cuando el jurado le dijo que su plato era lo más parecido que había al celebérrimo león come gamba. Le cambió la cara y afirmó: "no me digas eso", como si le hubieran dicho que su plato era venenoso.

Fidel encajando el golpe bajo

A Lidia le dieron una caña quizás excesiva. Es cierto que su plato era feo y poco apetecible, pero también lo es que estaba bueno y estaba bien ejecutado. Calificar a su cocina como plana, aburrida y carene de emoción es un aviso de lo poco que va a durar esta mujer en el programa.

La salsa tiene un colorcito como para pensárselo

Antonio sigue pasando de puntillas, pero pasando, y ya ha durado mucho más de lo que yo pensaba. Para esta prueba se decidió por unas lentejas, pero después se dio cuenta de que tenía que incluir el queso, ¿qué hizo?, pues ponerlo encima y ya está. El jurado se lo hizo notar, lo calificó de guarrindongada, aunque puso en valor el meritorio emplatado absolutamente impropio de un tío tan poco fino, ¿nos estarán dejando caer lo del progreso?

Lentejas con queso de cabra, al menos, discutible

Sally fue muy inteligente, y presentó una mezcla de sencillez y buena ejecución que gustó muchísimo al jurado. Se trataba de una crema de mascarpone acompañando a una tarta de queso de Las Garmillas. Estoy de acuerdo en que lo que presentó era bonito y apetecible, pero tampoco lancemos las campanas al vuelo que ni una cosa ni la otra son elaboraciones complicadas y el jurado mostró una emoción excesiva.

El mejor plato de la prueba.

Mila empezó su noche funesta en esta primera prueba, que sin embargo fue su mejor prueba de la noche. La valenciana quiso abarcar mucho y preparó dos platos independientes, una presa ibérica con crema de mandarina y crema de queso y una tarta Tatin creo que de peras, y ninguno de los dos le quedó especialmente bien.

La presa ibérica merecía más lucimiento

Y la tarta una presentación mucho mejor

La presa fue calificada de plato mezclado sin sentido y para la tarta Tatin, le propusieron un emplatado alternativo, en el que se incluía un churretón de la crema de mascarpone de Sally (os podéis imaginar lo ancha que iba ella cuando se la pidieron) y otro de su propia crema de queso (la que iba con la presa).  Sinceramente y con todo el respeto a las estrellas michelín, creo que les quedó fatal.

El emplatado alternativo, un auténtico mamarracho

El peor plato de la noche fue, una vez más, para Pablo, que no se sabe si es peor que cocine un plato preestablecido o que se ponga creativo, porque cada vez que lo hace demuestra que su cocina está muy por debajo de lo que el mismo se cree. En esta ocasión nos deleitó con una receta de su novia, esta cosita que veis en la foto.

Vaya tela

Su timbal de verdura sólo contenía una verdura, calabacín y su aspecto no podía ser más insulso. El crujiente de queso, que ya de partida era poco crujiente, se convirtió en una especie de pasta babosa al colocarlo debajo de todo lo demás y el huevo a la plancha, digno de cualquier drive-in de carretera americano, ponía el colofón a un plato feísimo. El jurado ni se molestó en probarlo, simplemente lo destrozó.

Así que la gran triunfadora de la prueba fue Sally, que a estas alturas del programa apenas cabía en la pantalla. Están creando un monstruo, que se cree tan superior a los demás que se permite el lujo de mirarlos por encima del hombro e incluso llamarlos pinches cuando están en su equipo. Más dura será la caída cuando no gane, porque si algo tengo claro es que Sally no va a ganar este concurso, y si no, al tiempo.


PRUEBA GRUPAL: SALLY SUPERSTAR

Siguiendo el mismo esquema de la semana pasada en Tenerife, en esta ocasión se desplazaron a Cáceres, bellísima ciudad extremeña con un casco histórico medieval brutal que bien merece al menos que dediquemos un fin de semana de nuestras vidas. Si a eso sumamos una excelente gastronomía y unos precios sorprendentemente baratos, Cáceres lo tiene todo.

Balcón de cuento en el centro de Cáceres

El anfitrión de la prueba fue Toño Pérez, al que ya conocemos de anteriores programas y que regenta el restaurante Atrio (una estrella michelín) en pleno casco histórico de la ciudad. El fue el encargado de diseñar el menú que tuvieron que preparar los concursantes, distribuidos en tres equipos.

Como ganadora de la prueba anterior, fue Sally la que decidió la composición y capitanes de los equipos. Empezó por el suyo, y escogió a Carlos y Antonio, y aunque intentó vendernos la moto describiendo las excelentes cualidades de ambos, está claro que cogió a Carlos para intentar ganar y a un manta como Antonio, por si acaso perdía tenerlo más fácil en la prueba de eliminación.

Sally con sus pinches. "Ya tenía ganas de mandar a Carlos"

En los otros equipos siguió la misma estrategia, la de repartir el potencial para que siempre hubiera rivales débiles en el caso de una hipotética prueba de eliminación (aunque teniendo en cuenta el nivel que hay, podía haberlo hecho al azar). Así el equipo azul quedó conformado por Andrea, como capitana, Mila y Lidia, y el equipo rojo por Fidel, como capitán, acompañado de Pablo y Kevin.

Sally escogió para su equipo preparar el segundo plato y un postre, para el de Andrea, un primero y un postre y para el de Fidel, un entrante y un postre. Pero antes de empezar, los capitanes recibieron instrucciones precisas por parte del chef sobre qué platos tenían que preparar y los pasos necesarios para elaborarlos. Además contaron en todo momento con el asesoramiento de los jueces y del propio Toño Pérez que estuvo muy bien corrigiendo y orientando en vez de ir de divo como hacen la mayoría de los michelinosos que pasan por aquí.

Recibiendo las últimas instrucciones

Los primeros en empezar a cocinar fueron los del equipo rojo de Fidel, porque eran los encargados del entrante, que consistía en presa ibérica asada, cortada muy finita y escabechada y acompañada de verduritas salteadas. Tres elaboraciones bastante sencillas para un plato con pintaza.

Esta es la teoría...

Tuvieron cierta descoordinación a la hora de encarar sus elaboraciones y una vez más tuvimos que ver como Pablo deambulaba con demasiada frecuencia por la cocina sin saber muy bien que hacer. Dedicaron demasiada atención al postre sin tener cerrado aún el entrante y olvidaron que para poder hacer los cortes finos de presa, esta tenía que haber pasado por el abatidor para que se enfriase rápidamente. Como la carne no estaba suficientemente fría, las lonchas les quedaron bastante gruesas y el resultado final no se parecía mucho al plato de Toño.

...y esta la triste realidad

Mientras esperaban a Andrea, Mila mostró a Lidia su firme voluntad de estar calladita toda la prueba obedeciendo las instrucciones de la cuqui, pero esa firmeza le duró 0,4 nanosegundos porque es incapaz de admitir que alguién al que considera inferior le diga cómo tiene que hacer las cosas. fue llegar Andrea y empezar a decir cómo había que actuar desoyendo por completo las instrucciones de su capitana que era la única que había visto el plato.

Andrea escucha con atención las instrucciones de Toño Pérez

El primer plato consistía en secreto de cerdo ibérico con frutos del mar y jugo reducido de hierbas y hortalizas. Toda la elaboración fue un tira y afloja entre la capitana y Mila, y hay que reconocerle a Andrea la infinita templanza y paciencia que demostró para no coger por el pescuezo a su impertinente compañera que con dudosos modales cuestionaba absolutamente todas las instrucciones que daba.

Toda la prueba discutiendo

Después de muchas discrepancias, Andrea se llevó un gran disgusto cuando Bordi se dio cuenta de que había confundido estragón con tomillo y la salsa que bañaba al conjunto del plato no se parecía en nada a la original.

Pese a todo, les quedó un buen plato y los comensales salieron complacidos

Al equipo de Sally le quedó el plato más sencillo, salomillo ibérico con puré de matanza, sin duda el que menos elaboración tenía y el que menos posibilidad de error. Tan relajada fue la preparación, que los chefs del jurado se permitieron el lujo de improvisarse un picoteo con lo que iban cortando los miembros del equipo.

Ninguno le hizo ascos al solomillo con morcilla patatera, a la que no dejaban de llamar chorizo

Pero el único error vino de parte de la capitana, que no indicó a los camareros como tenían que servir la aceitosa salsa que acompañaba el plato. Por suerte para ellos, Jordi les advirtió y Sally salió corriendo como una gacela para interceptar a los camarero antes de que inundaran de grasaza los platos de los comensales.

Esto era una apuesta segura, no podía estar malo

A cada equipo le tocó ejecutar un postre, y en eso si que hubo bastante igualdad. Quizás el más flojito fue el que realizó el equipo de Andrea, un mousse de coco con compota de cerezas y frutos rojos en el que, al parecer, no se notaba mucho el coco (con el que tanto Andrea como Mila habían estado librando una durísima batalla)

¿Madrás está en el valle del Jerte?

Los otros dos postres resultaron exitosos. Por una parte, el equipo rojo de Fidel preparó un mousse de torta del casar con membrillo, picatostes y manzana que Pablo estuvo cerca de estropear por querer pasarse de creativo (pretendió cortar la manzana con la máquina del fiambre).

Esas virutas no salen con el cortafiambres

El equipo de Sally preparó un tercer mousse, en esta ocasión de chocolate, acompañado de bizcocho al brandy, frutos secos e higos. Durante la preparación, Sally dio las directrices para mojar los bizcochos, y al parecer los convirtió en bizcochos borrachos y hubo que repetir la operación desde el principio. Pero al final, el resultado, quedó bonito y, según parece, delicioso.

Que hartura de mousse...

Sólo nos quedaba escuchar la opinión del jurado. Al equipo de Andrea le achacaron algunos errores, en especial su confusión con el estragón y su batalla con el coco, pero se les olvidó mencionar el mal que había hecho Mila al equipo.

Al equipo rojo de Fidel se le echó en cara su tardanza en servir el entrante, principalmente causada por una mala distribución del trabajo y por lo huevones que son tanto Pablo como Kevin.

Para el equipo de Sally todo fueron alabanzas. Dos platos estupendos, una organización perfecta, ña jugada le había salido perfecta a la paraguaya, lástima que al salvarse ella también salvara a su archienemigo Carlos.

Como premio, los ganadores tuvieron la oportunidad de participar en un servicio de cenas en el restaurante de Toño. Se les veía muy verdes e incluso el propio chef tuvo que llamarles la atención porque aquello, sorprendentemente, parecía más una biblioteca que una cocina y ellos estaban armando demasiado escándalo.

Vaya papelón para los empleados tener que aguantar a este trío toda la noche




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Masterchef 3.9: Comenta en directo ¿a quién le toca hoy?

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Comenta en directo el capítulo de Masterchef. Se admiten apuestas sobre quién será eñ expulsado en el día de hoy.

Yo apuesto por él


Masterchef 3.9: Y al final, Pablo sonrió

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Tal y como estaba cantado desde el día que comenzó este programa (y sinceramente, ya estaba tardando), Pablo ha abandonado este reality morboso-culinario en el que se ha convertido Masterchef. Además de parecerme completamente justo, me alegro también por él, porque creo que el tiempo que ha estado concursando lo ha vivido de una manera tan angustiosa que cada minuto que permanecía en el programa estaba empezando a restarle años de vida. La prueba fehaciente de esto la tenemos en su reacción cuando ha escuchado su nombre, mientras que todos esperábamos una catarata de lágrimas, él ha sacado una hermosa sonrisa, indidablemente una sonrisa de alivio.

Tras su eliminación, hemos aprendido que Pablo sabía sonreír (si entornáis un poco los ojos, veréis cómo le queda la melenita)

Pablo ha sido, junto a Alberto, el peor de los cocineros que ha pasado por esta edición de Masterchef y, por su carácter, uno de los que puede salir más tocados de aquí. Lo más curioso es que, por cómo habla, no daba la impresión de que fuera tan malo, pero el hecho es que, tras dos meses de concurso, sabemos que es incapaz de hacer un montón de cosas (algunas tan sencillas como cuajar unas natillas o preparar caramelo) y solo ha hecho un plato por el que haya recibido buenas críticas (quizás le salió por casualidad)

Lo que resulta más triste es que parece que Pablo se hubiera conformado con vivir una experiencia interesante de convivencia y aprendizaje, pero su carácter y ese contínuo estado de tensión, le han impedido disfrutar su paso por el concurso. Fijaros si ha aprendido poco, que dice que quiere abrir un restaurante, e incluso le gustaría ser presidente del gobierno, yo le propondría que se conformara con algo más modesto, como por ejemplo, jefe de seguridad de una central nuclear, que creo que Hommer Simpson está a punto de jubilarse....




PRUEBA DE PRESIÓN: O CÓMO HACER "ALTA COCINA" IMITANDO UN HELADO INDUSTRIAL

En esta ocasión, como prueba inicial, nos tocó en suerte una prueba patrocinada, en este caso, por una conocida marca de helados de fabricación industrial. No estoy en desacuerdo con que en este tipo de concursos haya marcas de reconocida calidad (y no me refiero precisamente a esta) que patrocinen pruebas e incluso motiven a los concursantes con premios extraordinarios para el que la gane (esto es algo habitual en el Top Chef americano), lo que si que me choca es que no tengan un mínimo filtro a la hora de elegir quién es el que pone la pasta.

Bordi Cruz, el tío del carrito

Permitir que marcas comerciales (como cadenas de comida rápida o fabricas de productos altamente procesados como estos), sean los patrocinadores de un programa que pregona la "alta cocina" hace que el discurso de los jueces muchas veces suene a cachondeo. Y que en el mismo equiparen estos helados a los de los Roca, es un insulto para los afamados hermanos, el mismo día en que han recuperado el título de mejor restaurante del mundo.

Antes de comenzar la prueba, nos mostraron, y también a los concursantes, como dar a los helados la forma de quenelle, una técnica que se practica con una o dos cucharas para dar a los alimentos una forma parecida a la de una croqueta pero con los bordes no redondeados.

Una quenelle perfecta no es tan fácil como parece

Después apareció en el plató la mejicana Alejandra Rivas que, además de ser la esposa de Jordi Roca, regenta el proyecto Rocambolesc, heladería gourmet con locales en Girona y Platja D´Aro, que desde enero se ha extendido también a Madrid, concretamente al espacio gastronómico de El Corte Inglés.

Cada una a lo suyo

Alejandra nos presentó alguno de los helados que elaboran y sirven en sus tiendas, pero sobre todo, hizo las delicias de los miembros del jurado y finalmente de los concursantes, que pudieron degustarlos antes de ponerse manos a la obra. Una pena que la intervención de esta chica estuviera marcada principalmente por las múltiples interrupciones patosas de los jueces, que entrecortaban sus explicaciones, y por los comentarios de algunos concursantes que ponderaban más su belleza que su cualificación profesional (que es por lo que estaba allí).

Jordi disfruta como un niño de un "topping" de algodón dulce

La prueba en si consistió en preparar un helado de fresa y merengue que intentara imitar el sabor del de la tarrina, acompañado de lenguas de gato y galletas de mantequilla, presentado de forma espectacular con la ayuda de una gran variedad de elementos que tenían a su disposición en el supermercado.

Sin duda esta prueba fue la de los olvidos, porque hasta tres de los ocho concursantes se autoeliminaron al olvidar elementos absolutamente esenciales para las elaboraciones. Primero fue Pablo el que descubrió que no había cogido fresas; luego fue Antonio el que reveló que no tenía harina, lo que dificulta bastante la preparación de galletas; y finalmente Lidia se percató de que había olvidado la nata, fundamental para el helado.

Pablo buscando las fresas por los cajones

Durante la prueba los jueces, en su ronda habitual por los fogones, fueron dando las pautas de por donde iban a ir las crírticas y fueron especialmente duros con los olvidadizos, pese a que algunos de ellos intentaron subsanar sus errores con imaginación.

La anécdota la protagonizó Carlos con Samantha. El manchego pretendía preparar un crumble, pero no sabía como se llamaba eso, así que le preguntó a Samantha, que intentó enseñarle a decirlo en francés, con escaso éxito.

Repite conmigo: "puturrú de fuá"

Ya empieza a notarse mucho que los programas que están emitiendo se grabaron después del episodio del león come gamba, porque el jurado ha rebajado mucho el tono de las críticas e incluso ha empezado a ponderar en sus valoraciones cosas como el esfuerzo,la idea o el progreso mostrado por el concursante.

El primero en pasar por la palestra fue Pablo, que desde el primer momento contó con el hándicap de no haber cogido fresas para su helado de fresas. Siendo un error grave, pienso que la crítica del jurado se centró excesivamente en este aspecto, cuando quizás, asumido el fallo desde el principio de la prueba, deberían haber valorado (bien o mal) la manera en la que Pablo había intentado reconducir la situación.

Pese al intento de enmendarlo, le quedó muy flojito

Cuando Andrea se plantó ante el jurado para hacer su quenelle, era un manojo de nervios, hasta tal punto que casi no le llega el tiempo para colocarla encima de un crumble de fresa que había preparado, que tenía un aspecto sospechosamente parecido a la comida de gato. Sin embargo, y siguiendo la línea de las últimas semanas, Andrea sacó la prueba con solvencia, fue muy alabada por la ejecución del helado y por el emplatado, y a estas alturas nadie duda que va a llegar lejos en esta edición de Masterchef.

Muy cuqui

Kevin apareció en la prueba con un aspecto renovado, unas gafas de pasta que le aportaban un toque algo más cultureta, además, también parecía tener un ánimo renovado y un aluvión de ideas que despertaron todo su optimismo, "esta prueba la voy a ganar", llegó a decir. Sin embargo se emboscó en un montón de preparaciones distintas con sabores que difícilmente casaban; un "medallón" de chocolate, unas galletas de mantequilla y lima y unas almendras garrapiñadas junto al helado de fresa y merengue. El jurado habló de mezcla de elementos mal colocados, y aunque alabó el sabor del helado, la conclusión final es que era un buen trabajo muy mal acabado.

Le faltaban un par de huevos fritos

El primero que tuvo serias dificultades para construir su quenelle fue Fidel. Su helado estaba muy duro y tuvo que rasparlo bien hasta poder sacar cantidad suficiente para una ración medio decente. La crítica del jurado fue bastante dura y abundó en la idea de que este hombre se ha estancado tras su evolución inicial, hecho que probablemente le lleve a una pronta eliminación.

Su plato fue calificado de batiburrillo (palabra que usaron también en la crítica de su plato en la prueba de eliminación) y para colmo, Pepe insinuó que había copiado ideas de Sally, que estaba colocada justo delante de él, y él no tuvo más remedio que reconocer que se había "inspirado" en las elaboraciones de su compañera aunque le habían salido mal.

Batiburrillo es un calificativo bastante moderado para este pastiche infumable

Carlos había mostrado desde el principio una seguridad absoluta en el trabajo que iba haciendo, y lejos de ser una fanfarronada, poco a poco comprobamos que esa seguridad estaba justificada.

Llegado el momento de formar su quenelle, Sally, que empieza a ver en él a su único enemigo real, empezó a tensarse: "¿qué te juegas a que le sale perfecta?"

La frustración sale a borbotones

Momentos de tensión, Carlos introduce la cuchara en el recipiente, con un suave movimiento la gira sin dificultad, cambio de plano y sobre un plato magníficamente decorado aparece la quenelle perfecta, cremosa y firme, brillante y lisa, de esas que apetece meterle la cuchara sin piedad. Sally no pudo refrenarse y soltó otra perla: "te odio".

El momento quenelle que tanto frustró a Sally

Para colmo de males, tras el aluvión de alabanzas al postre de Carlos le llegó el turno a la paraguaya, y la verdad es que no salió demasiado bien parada. A su helado le faltaba grasa, por lo que presentaba grumos, la disposición de los elementos y el encaje de sabores tampoco gustó a Samantha, que lo calificó de "batiburrillo de elememntos inconexos", y la conclusión final fue que Sally no había estado a la altura,

La quenelle de Carlos era mucho más bonita

Le cuesta a Sally encajar las críticas, especialmente cuando son justificadas, se ve que su orgullo le pierde, y en este caso, volvieron a aflorar las lágrimas. Cuando volvió con sus compañeros, Carlos estaba a su lado y, por si no se había enterado antes, repitió su letanía: "te odio".

La viva imagen de la frustración

Lidia había olvidado la nata, lo que es una auténtica losa para preparar un helado. Ella pensó en sustituir la grasa de la nata por mantequilla, pero el resultado no fue nada satisfactorio y le quedó un helado muy duro y difícil de manejar. Además, preparó un garrapiñado de pistacho y le quedó hecho una pieza rígida que Samantha comparó con el turrón de Jijona (me imagino que se refería al duro).

La quenelle le quedo muy pequeña, más bien quenellita

Finalmente tomó la palabra Bordi, para echarle en cara su falta de actitud, un discurso que empieza a cansar a Lidia, porque ella esta viendo venir que va a ser el argumento elegido el día que le toque marcharse. Lejos de agachar la cabeza al estilo Pablo, Lidia se vino arriba y manifestó su desacuerdo con la crítica, e incluso llegó a decir que no debían confundir falta de llanto con falta de actitud. Aunque no vaya a ganar, Lidia ha subido muchos enteros para mi al defenderse de esta manera de la dictadura del guión al que someten los jueces a los concursantes. Bravo por ella.

Lidia defendió con argumentos su trabajo

El último en pasar fue Antonio, que había olvidado la harina, por lo que difícilmente podía elaborar galletas.Antonio intentó subsanarlo poniendo otros acompañamientos, pero el resultado fue eso, simplemente salir del apuro. Se le acusó de actuar de una manera demasiado improvisada, aunque se valoró positivamente el hecho de que, pese a todo, hubiera sacado algo medio decente.

Se han visto cosas peores

El momento de la deliberación sirvió para reabrir las rencillas entre Sally y Carlos y para inaugurar un enfrentamiento inédito. Kevin, mosqueado por las críticas recibidas por su plato y las alabanzas que había recibido Andrea, la acusó de haber usado la clara de huevo sin batir, y esta crítica no sentó nada de bien a la catalana, que lo interpretó como un claro gesto de hostilidad.

Y lo elegidos fueron Andrea y Carlos. Este último, como ganador, tuvo un premio adicional, una visita a la fábrica de los helados que patrocinaban la prueba, y los dos fueron designados como capitanes para la prueba de grupos. Andrea tuvo un recuerdo especial para su novio y su madre, a los que dedicó su segundo puesto.

Este tierno abrazo empieza a ser familiar


PRUEBA DE EQUIPOS: CADA VEZ ENTIENDO MENOS

Han cambiado tanto el modelo de prueba de equipos en esta edición de Masterchef, que ya no se qué es exactamente lo que pretenden demostrar. En la primera edición del programa, con la excusa de comprobar el nivel de liderazgo de los aspirantes de cara a trabajar en una cocina profesional, las pruebas de grupos eran mucho más homogéneas, los dos o tres mejores de la primera prueba gestionaban sus equipos en un reto que, de algún modo emulaba una situación de cocina profesional. Ya en la segunda edición, empezamos a ver como el modelo se iba desvirtuando programa tras programa, y en esta tercera, cada prueba responde a un patrón distinto en el que cada vez interviene más la arbitrariedad y menos el liderazgo o la gestión de grupos. De hecho, hay veces en que hacerlo bien en la primera prueba y luego ser capitán es claramente perjudicial.

Los concursantes llegan a la sala donde se celebra la prueba de grupos

En esta ocasión, han conseguido rizar el rizo con una prueba de grupos en la que dos de los grupos apenas cocinaron juntos, y sus respectivos capitanes no podían ejercer ningún liderazgo porque no podían intercambiar información con el resto del equipo. Por otra parte, había un tercer equipo, formado por los dos más débiles, que contaba con la clara ventaja de no tener que someterse a ese extraño sistema de relevos. Un lío sin pies ni cabeza.

Para esta prueba, los concursantes se desplazaron al teatro donde Miguel Bosé ensaya el espectáculo que tiene entre manos, excusa perfecta para preparar una pequeña comilona al cantante, a todo su equipo y a unos pocos amiguetes que pasaban por allí (músicos, actores, modelos y algún otro personaje sin oficio ni beneficio) . Eso si, teniendo en cuenta una dificultad añadida, al parecer Bosé es intolerante al gluten y a la lactosa

Miguel Bosé, irreconocible

Los capitanes fueron escogiendo miembros para sus respectivos equipos, Carlos cogió a Sally, que se sorprendió mucho con la elección, Andrea se quedó con Antonio, el charcutero se decantó por Kevin y la modelo por Fidel. En este momento, Eva sacó sus dotes de carroñera y se dedicó a meter el dedo en el ojo a Lidia y a Pablo, que aún no habían sido elegidos. Lidia no se calló y dijo que era normal que los capitanes escogiesen a aquellos que están recibiendo mejores valoraciones, dejando en el aire una cierta disconformidad con las decisiones...

Pablo, Lidia, ¿por qué nadie os quiere en su equipo, pedazo de inútiles?

El jurado entró al trapo como uno de esos Mihura que tanto gustan en este programa, e intentaron acorralar a la nutricionista, ¿qué dices, que las valoraciones no son justas? ¿acaso te crees mejor cocinera que alguno de los que están aquí?. Lidia, con mucho aplomo, salió de la situación con brillantez, mejor no, pero peor, tampoco.

La sorpresa que deparó la formación de los equipos es que los dos marginados formaron un equipo independiente, sin capitán y dedicado exclusivamente a la realización de dos postres más bien sencillos, unas natillas con islas flotantes y una tarta de nata y chocolate parecida a la Selva Negra.

Así quedaron configurados finalmente los equipos

El equipo azul de Carlos eligió cocinar un guiso de cardos en salsa de almendras y otro guiso de pollo con cigalas que recordó a aquel otro que preparara Matpollo en la edición del año pasado, que fue tan criticado por Emil y que dio para tantos comentarios en este foro. El equipo rojo de Cuqui se quedó con un pulpo a la gallega con cachelos y pimentón de la Vera y con unos ravioli de pera con salsa de gorgonzola, un plato que acabó con el equipo de Andrea y que, probablemente,  habría acabado con el equipo al que le hubiera tocado.

El primer relevo lo hicieron los capitanes en solitario, es decir, Andrea y Carlos tendrían que encauzar la elaboración de sus dos platos ellos solitos, mientras que sus compañeros los observaban en pantallas de plasma desde el exterior y sus rivales de blanco cocinaban juntos sus dos sencillos postres. Todo un alarde de equidad.

Desde la comodidad, Sally se dedicó a criticar todo lo que hacía Carlos

El sistema de relevos sirvió para dos cosas, por un lado, permitió que personas soberbias como Sally se despacharan a gusto criticando todo lo que hacían sus compañeros, en personas más templadas como Fidel, sirvió para valorar en su justa medida el esfuerzo que estaban realizando sus compañeros mientras ellos descansaban tranquilamente.

Carlos, pensando en las invitadas, aunque eran altas para él (sic)

Pero vayamos al grano, valoraré la actuación de los equipos a través de los platos que prepararon. El primero en salir fue el guiso de cardos en salsa de almendras del equipo azul. Quizás el fallo principal que cometieron fue empezar demasiado tarde a prepararlos, el cardo es un vegetal fibroso que hay que limpiar muy bien antes de cocinarlo, porque esas fibras, si aparecen en el plato, son imposibles de masticar. 

Tardaron mucho en la limpieza y se quedaron sin tiempo suficiente para terminar de ablandar la verdura, de modo que, aunque al parecer la salsa estaba deliciosa, hubo cierto consenso general en que el cardo había quedado algo tieso.


Un plato sencillo que puede ser magistral

Al equipo rojo de Andrea le tocó en suerte un plato sencillo y muy lucido, pulpo a la gallega con cachelos y pimentón de la Vera (cuya receta podéis ver en este enlace), sólo cinco ingredientes, pulpo, patatas, pimentón de la Vera, un buen aceite (a ser posible que no sea de la marca Masterchef) y pimentón de la Vera. Vimos a Andrea protagonizando las clásicas escenas de asustado de pulpo, y más tarde vimos a Antonio manejando con gran esfuerzo el pulpo ya cocido.

Con ese humo rojo parece el caldero de un brujo

Podemos decir que el equipo rojo cometió el mismo fallo que el azul, no tuvo la previsión de comenzar a cocer las patatas con suficiente antelación como para que quedaran perfectas, y aunque al pulpo si supieron darle el punto justo de cocción, a algunas de las patatas les faltó tiempo y quedaron duras en boca.

Jamás he visto el pulpa a feira presentado en alegre mogollón

El segundo plato del equipo azul consistía en un mar y montaña de pollo y cigala. Reconozco que no soy nada partidario de estos pastiches que mezclan campo y playa, me parece que, en general, desperdician el potencial de alguno de los productos (recordad la polémica del año pasado sobre el respeto al producto), aunque reconozco que con esos ingredientes, tampoco puede estar malo.

Al principio, Carlos planteó el plato como un elefante que entra en un trastero, tenía muchos pollos que trocear y entre las prisas y que no había cogido el cuchilloa adecuado, iba bastante despacio. Cuando finalmente el guiso de pollo, que incuía el caldo de las cabezas de las cigalas, estaba en marcha, llegó el momento de pelar las cigalas, ya cocidas, para colocarlas en el emplatado final. En ese momento Kevin se quedó solo y tomó la mala decisión de pasarlas por la plancha con la excusa de que no conseguía se pararlas de la cáscara. Hubo un momento en que parecía que Sally se iba a meter dentro de la tele.

Sujétame Carlos, por cierto, te odio (segundos después comenzó a girarle la cabeza)

Pero entre los consejos de Pepe y la reincorporación de sus compañeros de equipo al trabajo consiguieron sacar un plato muy bueno que gustó mucho a los ilustres comensales y posteriormente fue calificado por los jueces como el mejor de la noche. Eso si, racanearon muchísimo con la cigala, no hay más que ver el plato que mostraron los jueces como ejemplo al principio y el que finalmente presentaron los del equipo azul.

El pollo con migaja de cigala del equipo azul tenía muy buena pinta y estaría muy bueno...

...pero esta vez, me quedo con el de los jueces

El plato más complicado de la noche fue el segundo plato del equipo rojo. Yo nunca he trabajado una masa hecha completamente con harina sin gluten, pero creo que quedó muy claro que es muy difícil de preparar, no amalgama bien y es muy delicada al formar finas láminas, con mucha tendencia a quebrarse.

Al aplanarla, se desmenuzaba

Vimos a la pobre Andrea dejándose la piel para ablandar esa masa (y sus compañeros, afortunadamente, también la vieron), después probó añadiéndole aceite y todo seguía igual, más tarde fue Fidel el que cogió el relevo con idéntico resultado e incluso llegó un momento que el mismo Miguel Bosé se enfundó el delantal para intentar echarles una mano y sacar adelante el plato.

Bosé dio algunas pautas, pero ya la masa estaba bastante perdida

Lamentablemente, todos los esfuerzos fueron en vano, primero vieron salir los postres por delante de su plato, y finalmente Jordi certificó que era imposible sacar nada, así que el equipo rojo quedaba condenado a la prueba de eliminación.

A partir de ahí, Andrea era puro desconsuelo, y hay que alabar la actitud de Antonio y Fidel, que lejos de cargar las tintas contra su capitana, asumieron junto con ella la responsabilidad del desastre y se esforzaron mucho en consolarla.

Andrea es tan cuqui, tan achuchable

Pero el peor de los desastres lo protagonizó Pablo, que una vez más, naufragó estrepitosamente de pura incapacidad en un postre tremendamente sencillo, natillas con islas flotantes. Este plato forma parte del repertorio de Samantha (aquí podéis ver mi adaptación de su receta que, no es por nada, tiene mucha mejor pinta que la de Pablo) y consiste básicamente en unas natillas cuajadas sobre la que se colocan trozos de clara a punto de nieve cocidos en agua y se decora con caramelo líquido. Algo trivial para alguien que ha sido seleccionado de entre 15000 cocinillas.

Esto es empezar el plato con buen pie

Lo primero que hizo el muchacho fue poner a calentar dos grandes cacerolas con leche. Bueno, pues unos minutos después, una de ellas hirvió y derramó parte de su contenido sobre la hornilla, la encimera y sobre todos los recipientes de servir que estaban debajo. Si Lidia no le hizo a Pablo la de Zidane en la final del mundial de Alemania es porque la nutricionista tiene un temple digno de un monje tibetano.

Después de perder muchísimo tiempo limpiándolo todo y de dejar medio encarrilada la crema de las natillas, se puso con las islas flotantes. Basta con batir las claras a punto de nieve con azúcar glass, poner abundante agua a hervir e ir añadiendo cucharadas al agua hirviendo para que se cueza durante unos cinco minutos, después se escurren en papel absorbente y listo. Pues por alguna razón desconocida, Pablo decidió hacer minúsculas salchichitas flotantes, que a la hora del emplatado final quedaron ridículas.

Pablo muestras sus salchichillas a Rafa el de La Unión

Pero ahí no acaba todo, donde Samantha había dicho caramelo, la joyita entendió almíbar, y allí que esperaba con una olla lena de almíbar que se cuajaran las natillas. Cuando se enteró del error, todo eran prisas y desconocimiento, porque está claro que Pablo no sabe hacer caramelo. Fueron varios los intentos fallidos, pero cuando Samantha lo vio aparecer con una parrilla de asar carne llena de caramelo duro y pegado y una cucharita de plástico para servirlo, sinceramente temí por su vida.

Creo que no hace falta reproducir sus palabras.

Pero no se vayan todavía que aún hay más. Algún fallo debió cometer en la elaboración de las natillas, que  no cuajaron ni un poquito. Con todos estos elementos, el resultado fue esperpéntico, una especie de batido completamente líquido (los comensales agitaban las copas como si fuera un gin tonic) con dos salchichillas blancas muy mal puestas y cuatro pegotes de caramelo solidificado, que además no debía de estar ni bueno, porque nadie le metió mano. Creo que esto supera incluso el nivel del león come gamba, deberían prohibirle a este tío el acceso a cualquier cocina, incluso a la suya, por el bien de la humanidad.

Ni poniéndolo de cerca mejora

Lidia tuvo una participación mucho más lucida. Su bizcocho consistía en capas de bizcocho genovés (aquí la receta) intercalados con nata. chocolate y mermelada. Después del agitado inicio de la prueba, lo preparó sin sobresaltos sin hacer mucho ruido y sin tener mayores problemas, y el resultado, gustó mucho al público.

El plato está como usado, ¿no?

Bueno, pues como podréis imaginar, el resultado fue el esperado, el equipo azul se salvó de la quema, mientras que los equipos blanco y rojo pasaron a la eliminación. Eso si, antes de marcharse, Miguel Bosé tuvo el detalle de cantar un par de canciones en directo para los concursamtes. entonces si vimos un Pablo pletórico, abrazado a sus compañeros y bailando al ritmo de Bosé, me volvió a invadir la triste sensación de que para Pablo era mucho más importante sentirse valorado y aceptado que el propio concurso.

Efímeros momentos de felicidad


PRUEBA DE ELIMINACIÓN: CÓMO CAER POR TU PROPIO PESO

Cinco eran los candidatos que se enfrentaban a la prueba de eliminación, Antonio, Pablo, Lidia, Andrea y Fidel. Al entrar al plató se encontraron con una caja misteriosa, y al destaparla encontraron cuatro productos de calidad que serían los protagonistas de las pruebas: atún, carrilleras, cocochas de bacalao y gamba roja.

He vistos atunes congelados con mejor pinta que ese

La razón por la que estaban allí precisamente esos productos era que cada uno de ellos había sido escogido por uno de los cuatro ganadores de las ediciones anteriores de Masterchef y Masterchef Junior, Juan Manuel, Mario, Vicki y Manuel. Aparecieron por el plató y cada uno de ellos contó la historia de su producto. Juanma, Vicki y Manuel están casi iguales, pero Mario se ha hecho grande y cada vez se parece más al protagonista de la película UP.


Resultado de imagen de UP
Parecidos razonables

Así pues, la prueba consistió en preparar en un plato libre en el que utilizaran los ingredientes que habían aparecido en la caja.

Antonio ha ido cogiendo poco a poco confianza, sigue sin cocinar nada de bien, pero al menos ya no es el tipo antipático de mal perder que vimos en los primeros programas, de hecho, se mostró amable y divertido con los niños cuando estos vinieron a visitarle en su puesto de cocina.

Antonio bromeando con Manuel y Mario

En cuanto a su elaboración, se decantó por un mar y montaña (y dale). Guisó las carrilleras hasta sacarles un jugo concentrado y luego preparó una especie de tataki de atún regado con la salsa de las carrilleras. Al conjunto lo llamó carritaki, nombre que podía haber firmado perfectamente Carlos el de Top Chef, y pese a las reticencias iniciales del jurado, el veredicto fue positivo. Se me pusieron los pelos de punta al escuchar la palabra evolución en boca de este jurado (recordamos que la evolución es esa arma letal que este jurado esgrime cuando el cándidato oficial está en serio peligro de expulsión y no existe otro argumento al que sujetarse), creo que Antonio llegará lejos.

Carritaki o tatallera, según se mire

El desempeño de Pablo en esta prueba creo que es un fantástico resumen de su paso por este programa. Un cotinuo quiero y no puedo inicial, seguido de un ni puedo ni quiero que le lleva a intentar preparaciones imposibles para su nivel abocadas desde al fracaso desde el primer minuto.

Lo primero que hizo fue meter un tronco de atún en una bolsita de vacío con litro y medio de salsa de soja. Carlos lo vio en seguida, demasiada soja, eso le debió de quedar tremendamente salado.

Después, desveló a Pepe que para acompañar su tataki, había pensado en preparar un ceviche, pero entre que le faltaban la mitad de los ingredientes y no pegaba ni con cola con el tataki, Pepe consiguió disuadirlo y a cambio de eso preparó unos purés de habas con ajo crudo y de zanahoria.

Por favor, que no cumpla su deseo de abrir un restaurante

El resultado, como podéis ver en la foto, fue muy lamentable y el jurado no se apiadó de él, aunque hay que reconocer que tampoco se ensañó como otras veces. El tataki lo había puesto crudo, en lugar de pasarlo por ligeramente por la plancha (mirad por ejemplo este) y además era lo único en el plato que tenía algo de cocina. El puré de habas sabía mucho a ajo (y no es la primera vez que le ocurre) y el otro no sabía a nada. Pablo, con la soga ya el cuello, empezó a comerse las uñas y a lloriquear.

Joder, el día de la marmota (esto ya lo habíamos visto antes ¿no?)

La gran triunfadora de esta prueba fue Lidia, que esta vez si que demostró esa palabra que empieza por e y que tanto gusta a los jueces. Diseñó el plato concienzudamente tomando mucho más riesgos que en ocasiones anteriores, y como el mundo es de los valientes, la jugada le salió bien y le quedó un plato estupendo y bien presentado donde los sabores quedaron muy bien integrados (en opinión de los jueces)

Por fin Lidia se llevó una alegría

Cuando recibió tan buenas críticas, Lidia rompió a llorar, momento que Bordi intentó aprovechar para defender sus argumentos, pero Lidia, luchadora en todo momento reforzó aun más su argumentación, "intento que las cosas malas no me afecten, por eso sólo lloro con las alegrías, con las penas, no"

Hace unas cuantas semanas que Andrea parece contar con el beneplácito del jurado y casi todo lo que hace, que suele ser bastante normalito, se convierte finalmente en algo bueno, ingenioso, creativo y original. En esta ocasión volvimos a ver este fenómeno, porque cuatro gambas aplastadas con 13 gotitas de puré de zanahoria, unas hierbas cocidas en lo alto y su vinagreta, sinceramente distan mucho de ser "un plato muy bien pensado y ejecutado", como lo calificó el jurado, por muy buena que estuviera la vinagreta, como bien apuntó Samantha.

Solete come gamba (aplastada)

Fidel confirmó en esta prueba que está estancado en una dinámica que sólo puede llevarlo a la calle (más pronto que tarde). su plato aunaba elementos muy dispares como una crema de espárragos y una salsa americana y da la sensación de que Fidel piensa que poner muchos elementos en el plato es mejor que poner menos elementos pero bien equilibrados. La crítica del jurado se centró enla ejecución, aunque siguiendo la tónica buenrrollista de este capítulo, se valoró positivamente su intención.

Mejillón come gamba (con peluca)

Como bien apunta nuestro querido y certero Dolandus en los comentarios, no se entiende como ninguno de los concursantes utilizó las cocochas, un producto excepcional que además permite un gran lucimiento.

La despedida de Pablo fue su liberación. y no soltó ni una lágrima, aunque Eva lo intentó con insistencia. Se conoce que Pablo se había sometido a si mismo a una presión excesiva y el dejar de sentir esa presión ha liberado un resorte del que no teníamos noticias (al menos en él), la sonrisa.

Sus últimos minutos nos depararon también otro momento amargo. Agitando la mano hacia los que le observaban desde el balcón, les gritó, ¿al final he encajado o no?, sin duda, Pablo, te has equivocado de ventanilla.

Estuvo a punto de dormirse, debía de estar soñando cuando habló de montar un restaurante



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Cooking the Chef 5 (Mayo 2015): Merluza al vapor sobre fondo marino (Yayo Daporta)

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Cuando Abril y Aisha, nuestras anfitrionas del reto Cooking the Chef, nos comunicaron quién era el chef elegido para el mes de mayo, sabía que no me lo iba a tener que pensar mucho. Desde que vi a Yayo Daporta en Top Chef, preparando su merluza al vapor con un caldo que llevaba la esencia del mar de Galicia, sabía que en algún momento haría esa receta, qué mejor momento que este para llevar a cabo ese deseo.


Yayo Daporta es un cocinero joven, apenas 40 años, pero ya se ha hecho un hueco en el panorama gastronómico español. Aunque su "salto a la fama" se lo dio su participación en el programa Top Chef, me apetecía mucho conocer al cocinero que hay detrás del personaje televisivo.

Su concepción de la cocina me parece fantástica. Yo soy un gran admirador de la cocina gallega, me encanta cómo se valora la calidad del producto y cómo se extrae del mismo el máximo de sabor sin disfrazarlo con especias o salsas. Esta aspecto esencial de la cocina gallega está muy presente en la cocina de Yayo Daporta, pero sin embargo va más allá ofreciendo una variante más moderna, guiada principalmente por la delicadeza en el trato del producto.

Yayo es un tipo sonriente
(Fuente: www.zimbio.com)

Un ejemplo de lo que digo es este recetón que presento hoy, productos tratados con mimo para conseguir una combinación mágica. Un caldo que es zumo de mar de Galicia, una merluza apenas acariciada por ese mar y unos vegetales que aportan un toque crujiente y acaban convirtiendo al conjunto en un equilibrio perfecto de sabores sutiles y maravillosas texturas.

Si queréis ver todas las recetas del reto seguid este enlace.



INGREDIENTES (Para 4 personas) 

  • 4 trozos de lomo de merluza de unos 125 gramos cada uno, sin piel y sin espinas
  • 1 kilo de mejillones frescos
  • Las espinas y la cabeza de la merluza
  • 3 cucharadas de alga wakame deshidratada
  • 1 clara de huevo
  • 1 calabacín
  • 1 zanahoria grande
  • 200 ml de vino Albariño
  • Sal
  • Pimienta (opcional)

PREPARACIÓN 

CALDO FONDO MARINO

El objetivo es conseguir algo más de un litro de un caldo fantástico que aúne lo esencial de los productos del mar, Usaremos para ello mejillones, las cabezas y espinas de la merluza y las algas.

1. Abrimos los mejillones al vapor. Para ello, primero los limpiaremos bien, quitándoles todas las algas y otros restos que lleven adheridos. Los pondremos en una olla amplia y alta a fuego medio-alto y con la tapa puesta, sin nada más. Al cabo de unos minutos observaremos que los mejillones se han abierto y en el fondo de la cacerola se ha acumulado un caldo blanquecino.

2. Sacamos los mejillones y les quitamos las cáscaras. Estos mejillones se pueden añadir (dos por plato) sobre el resultado final, pero yo decidí no ponerlos porque, al no ser su mejor época, no eran ni grandes ni bonitos, con lo que nos los comimos tal cual.

3. Colamos el caldo y lo pasamos a otra cacerola más pequeña. Añadimos un litro de agua y las espinas y la cabeza del pescado, lo llevamos a ebullición y lo dejamos así durante 15 minutos.

4. Añadimos al caldo una cucharada sopera de alga wakame y dejamos cociendo otros 15 minutos.

5. Pasado este tiempo, el pescado y las algas habrán soltado todo su sabor al caldo. Sacamos todos los elementos sólidos, volvemos a colarlo y lo ponemos de nuevo al fuego en la cacerola. Corregimos de sal.

6. Batimos ligeramente la clara de huevo y la añadimos al caldo una vez que vuelva a hervir. Removemos bien y lo dejamos hirviendo 15 minutos, Volvemos a colar para eliminar la clara de huevo a la que se habrán pegado todas las partículas sólidas que quedaban.

7. Justo antes de emplatar, le añadimos al caldo 100 ml de Albariño y lo dejamos hirviendo 5 minutos.


HIDRATACIÓN DEL ALGA WAKAME

1. Ponemos en un cuenco de agua fría dos cucharadas de alga wakame seca.

2. Las dejamos que se hidraten durante al menos 15 minutos.

3. Las sacamos del agua y las escurrimos bien. Las estiramos sobre una superficie de corte y las cortamos en tiras largas y finas.


VERDURAS ESCALDADAS

1. Cortamos el calabacín y la zanahoria en tiras de medio centímetro de grosor (e incluso menos, que a mi me han quedado más bien bastitas) y unos 5 cm de longitud.

2. Ponemos al fuego una cacerola con agua abundante y la llevamos a ebullición.

3. Ponemos las verduras en el agua y las escaldamos durante 30 - 40 segundos. Las sacamos del agua y las ponemos en un escurridor.


MERLUZA AL VAPOR

1. En una cacerola de cocer al vapor, ponemos en el fondo dos dedos del caldo de mejillones y merluza y le añadimos 100 ml de Albariño. Ponemos sobre la rejilla los lomos de merluza y tapamos.

2. Lo mantenemos a fuego vivo durante 10 o 12 minutos (depende del grosor de las piezas).


MONTAJE DEL PLATO

1. Colocamos en cada plato una franja de tiras de alga wakame que servirán de base para la merluza, por lo que deberá de tener un tamaño y forma ligeramente más grande que el trozo de pescado.

2. Colocamos encima el trozo de pescado recién salido de la vaporera.

3. Colocamos a nuestro gusto unas cuantas tiras de la verdura escaldada sobre el pescado (si es posible, con más arte que yo).

4. Regamos con mucho cuidado el conjunto con el caldo que irá llenando el plato hasta la mitad.

5. Opcionalmente, espolvoreamos sobre el conjunto pimienta recién molida.


UN POCO DE CIENCIA 

  • El plato ha superado mis espectativas y ha hecho que me palntee una visita al restaurante de Yayo la próxima vez que pise Galicia. 
  • Es un plato maravilloso, en el que se mezclan el increíble sabor del caldo de los mejillones, el particular gusto yodado de las algas, la delicadeza y jugosidad del pescado hecho al vapor, la textura ligeramente crujiente de las verduras y un fondo de Albariño que armoniza el conjunto. Hasta ahora no había entendido tan bien el concepto al que aluden muchas veces los chefs cuando hablan de equilibrio de sabores. Se puede distinguir cada sabor, pero el conjunto es una sinfonía, que supera con creces lo que aporta cada uno por separado.
  • Hemos usado la técnica de clarificación para el caldo, consistente en usar clara de huevo batida como elemento aglutinador de las impurezas sólidas que quedan en el caldo. Al añadirla, la proteína que forma la mayor parte de la clara se desnaturaliza por el calor y a ella se van quedando adheridas las pequeñas partículas que enturbian el caldo.
  • El alga wakame tiene un gusto muy particular, si no estás familiarizado con su sabor, al principio choca un poco, por lo que se prudente a la hora de poner la cantidad de este producto.
  • Una ración de esta deliciosa sopa aporta al organismo unas 150 Kcal y tiene un coste aproximado de 3,50 € por comensal


Tallarines de verdura a la boloñesa de coliflor

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Hoy nos adentramos en el mundo vegetariano con una ocurrencia que ha resultado tan satisfactoria que sin duda va a pasar a formar parte de los habituales en casa. Se trata de unos tallarines de calabacín y zanahoria acompañados de una falsa boloñesa en la que he sustituido la carne por coliflor, todo ello aderezado con queso parmesano recién rallado.


Evidentemente no soy vegetariano, y aunque respeto profundamente a la gente que opta por ello, no acabo de entender su razonamiento, en especial cuando las evidencias evolutivas apuntan a que tenemos un pasado más bien carnívoro (ahí están nuestros colmillos y un aparato digestivo bastante distinto al de los herbívoros y parecido al de los carnívoros). Pero aún me resulta más difícil entender que existan comidas para vegetarianos como el seitán o las hamburguesas y salchichas vegetales, que son una suerte de "quiero y no puedo", que demuestra cómo a algunos le flaquean a veces las convicciones cuando se echa de menos el umami.

¿Cuál es el santo grial del vegetarianismo?. Me imagino que cada uno tendrá el suyo, pero para mi no sería encontrar platos que imiten a la carne, sino aprender a combinar sabores y nutrientes de tal manera que nuestro paladar no necesitara acordarse de la carne. Bueno, pues en esa búsqueda he descubierto casi por casualidad que esta salsa boloñesa hecha sin carne sabe tan parecida a la original que casi podría pasar por ella, con la ventaja de que es bastante más saludable y ligera.

La salsa está preparada como la original, pero sustituyendo la carne por coliflor cortada pequeñita para conseguir una textura granuda parecida a la de la carne picada en la salsa auténtica, y reduciendo considerablemente el tiempo de cocción.

Los tallarines son tiras de calabacín y zanahoria cortados con mandolina y escaldados ligeramente en agua hirviendo, lo cual reduce el contenido calórico del plato sensiblemente y aumenta su contenido en vitaminas, fibra y minerales.


INGREDIENTES (Para 4 personas) 

PARA LA BOLOÑESA DE COLIFLOR (Con estas proporciones sale mucha cantidad, pero merece la pena hacer de más y aprovechar lo que sobre para rellenar empanadillas, cuajar un huevo o incluso congelarlo para una próxima vez)

  • 350 gr de coliflor
  • 2 zanahorias medianas
  • 2 ramas de apio
  • 1 cebolla hermosa
  • 100 ml de coñac
  • 250 ml de vino tinto
  • Una lata grande de tomate triturado (800 gr aprox.)
  • 2 hojas de laurel
  • Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
  • Sal
  • Pimienta
  • Tomillo y orégano (opcional)

PARA LOS TALLARINES DE VERDURA
  • 2 Calabacines grandes (unos 500 gr)
  • 2 zanahorias grandes (unos 300 gr)
  • Sal

PARA DECORAR
  • 50 gr de queso parmesano recién rallado

PREPARACIÓN 

SALSA BOLOÑESA DE COLIFLOR

1Pelar la cebolla y las dos zanahorias medianas y cortarlas en trozos muy pequeños. Quitar las fibras del apio y cortarlo en láminas muy finas. Separamos la coliflor en trozos pequeños, arrancando con el cuchillo partes de la flor y cortando los troncos.

2. Fondeamos una cacerola amplia con AOVE y la ponemos a calentar a fuego medio. Cuando esté caliente añadimos las cebollas, las zanahorias, el apio y el laurel. Rehogamos durante unos minutos.

3. Cuando la cebolla se vea pochadita, añadimos sal y pimienta al gusto (así como tomillo y orégano si te gusta), subimos el fuego y añadimos el coñac. Esperamos 1 minuto a que se evapore el alcohol.

4. Añadimos entonces el vino tinto, el tomate y las coliflores. Mantenemos el fuego fuerte hasta llevarlo a ebullición, entonces bajamos a fuego lento y mantenemos cociendo durante unos 45 minutos con la tapa abierta para que evapore la mayor parte del líquido. Cuando esté casi listo, pruébalo para corregir de sal y pimienta. Apartamos cuando alcance la consistencia deseada.


TALLARINES DE VERDURA

1. Pelamos los calabacines y las zanahorias y los cortamos por la mitad. Con una mandolina, los cortamos en tiras a lo largo.

2. Ponemos un caacharro a hervir con abundante agua y un puñado de sal. Cuando esté hirviendo vivamente, escaldamos la verdura durante 1 minuto. La sacamos inmediatamente y la ponemos en un escurridor.




MONTAJE DEL PLATO

1. Repartimos en cada plato los tallarines de verdura.

2. Colocamos sobre ellos una generosa ración de nuestra salsa boloñesa de coliflor.

3. Espolvoreamos por encima con queso parmesano rallado en el momento.




UN POCO DE CIENCIA 

  • El escaldado es una técnica que permite ablandar ligeramente la verdura sin que deje muchos de sus nutrientes en el agua. La textura deseada es blandita pero ligeramente crujiente.
  • La salsa boloñesa de coliflor, sorprendentemente, sabe prácticamente igual que el quiso de carne original, por lo que se deduce, que el delicioso sabor de esta salsa se debe más a las especias, las  verduras o los alcoholes, que a la propia carne.
  • Sustituir la pasta por verdura supone pasar de las 350 kcal por ración de pasta a solo 50 kcla por ración en el caso de la verdura. En el caso de la salsa boloñesa, el sustituir la carne por coliflor supone un descenso desde 300 kcal por ración a 170. El queso aporta una 50 kcal por ración.
  • Esto hace de esta receta un primer plato ideal, con un aporte calórico de 250 kcal por ración.
  • El calabacín cocido contiene casi un 95 % de agua, de ahí su bajo contenido calórico. Es fuente de fibra y contiene minerales como el potasio, fósforo y magnesio.
  • La zanahoria baja hasta el 89% de agua, por lo que contiene más de otras cosas. Destaca por su contenido en fibra y minerales como el potasio, magnesio y calcio y por su bajo contenido en sodio. (Un alto contenido en potasio y bajo en sodio favorece la diuresis).
  • La coliflor también es una buena fuente de fibra, y al igual que la zanahoria, es rica en potasio y baja en sodio.
  • El queso, como todos hemos comprobado en muchas ocasiones, es muy sensible a la sequedad y a la oxidación, por eso conviene rallarlo en el momento.
  • Una ración de este plato tiene un coste aproximado de 1.20 € por comensal 

Masterchef 3.10: Comenta en directo. Hoy doble incógnita ¿Quién será repescado? ¿Quién será el expulsado?

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Comenta en directo el capítulo 10 de Masterchef. Haz tu apuesta sobre las dos preguntas que se plantean. Yo apuesto por doble protagonismo femenino, entra Mila y se va Lidia.


¿Serán ellas las protagonistas?

Materchef 3.10: Bochornoso

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Lo han vuelto a hacer, por tercer año consecutivo nos han colado un publirreportaje del ejército español en un programa supuestamente de cocina, y ha sido una de las pruebas más ridículas y absurdas que recordamos, y eso que aquella de Andorra era difícil de superar.

Vaya por delante que no tengo nada en contra de la gente que se gana la vida en el ejército, todo lo contrario, lo que no llego a entender es por qué año tras año nos clavan este publirreportaje descarado metido con calzador para dignificar la imagen de nuestro ejército e intentar que los chavales se animen a alistarse.  Lo único que nos queda por ver es una prueba de grupos en el congreso de los diputados donde aparezcan todos ellos hambrientos después de una "dura" jornada de laboral y nos muestren lo importante y sacrificado que es su trabajo (eso si, que no saquen el momento en que sus señorías se van a tomar gintonics al bar del congreso).

Jordi y Samantha a lo Top Gun

Para colmo, este año se han "esmerado" con el guión, no se han dejado un detalle. Primero, demostración de poderío con los aviones haciendo piruetas; después, despliegue de instalaciones como el túnel de viento; a continuación, sainete protagonizado por los jueces y un pobre militar que repetía como un loro lo que le habían dicho que dijera.

Eva, después de pasar por el túnel del viento

Entonces llegó la lamentable resolución de la ausencia de Alberto. Sabemos que en el momento de grabarse este engendro, el muchacho andaba de baja médica, y no porque se hubiera torcido un tobillo. Vender que Alberto ha renunciado voluntariamente a acudir a la repesca no sólo es un insulto a la inteligencia de los espectadores, es una manera muy burda de esconder la realidad, después del trato recibido, el chaval ha cumplido su promesa y se ha metido en un agujero.

Pero donde se han lucido ha sido en las entrevistas, todas ellas llevaban mucha intencionalidad. Empezaron con un muchacho joven, que con solo cinco años de experiencia ya es piloto y teniente, se nos manda el mensaje de que en poco tiempo, el ejército te permite alcanzar una alta capacitación profesional. Después, la interrogada es una mujer, que comenta casi por casualidad que tiene un hijo, el mensaje es claro, la vida castrense es compatible con una vida familiar normalizada. Finalmente, aparece el cura, que nos confirma que la inmensa mayoría de los reclutas son cristianos, pero que hay tal nivel de tolerancia que los de otras religiones son bien recibidos.

Recién salido de "Amar en tiempos revueltos"

Después de esto, quiero anunciar públicamente que dejo mi trabajo y mi blog para integrarme en la disciplina del ejército, ¿Puede haber algo mejor?.

Ya me he arrepentido. Entremos en materia.


ESTA CRÓNICA ESTÁ EN PROCESO DE ELABORACIÓN Y SE IRÁ ACTUALIZANDO A LO LARGO DEL DÍA. GRACIAS

Masterchef 3.11: Opina en directo. Mucha espectación con la prueba de Berasategi

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Después de una semana rara en la que se ha hablado casi más de política que de cocina, por fin afrontamos un programa con grandes espectativas. Habrá todo un despliegue de cocineros con estrella michelín y una prueba para disfrutar en directo con la cocina de Berasategi, todo un aliciente para aquellos que buscamos cocina y no morbo en este programa.

Luego está eñ tema de la expulsión. Mi apuesta es clara por Mila, aunque no descarto que la elegida sea Lidia, porque todas las ediciones toca eliminar a alguno de los que poco antes habían encumbrado. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Estará el programa a la altura de las espectativas creadas? ¿Habrá sido lo de Mila un visto y no visto?

¿se repetirá esta imagen?

Masterchef 3.11: Un disparate envuelto en celofán

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Más allá de la reexpulsión de Mila (que como bien apuntaban los comentaristas, se ha marcado un Santiaga), más allá del injustísimo trato que ha vuelto a sufrir Lidia por parte del jurado, e incluso más allá de las inexplicables decisiones que hemos presenciado (que afortunadamente han vuelto a la senda de la cordura en el momento final), si algo ha chirriado en este programa ha sido esa oda a la dieta macrobiótica con la que se han desmarcado en la prueba de grupo.

Mila saca su sonrisa más auténtica en el momento de su despedida

Si la semana pasada la prueba grupal me parecía bochornosa, esta semana, me parece que se ha empeorado lo que parecía insuperable. Independientemente de que algunos de los conceptos de la dieta macrobiótica puedan ser aplicables como consejos nutricionales razonables desde el punto de vista científico (sobre todo en sus fases iniciales), los principios filosóficos en los que se apoya son un auténtico disparate cuya promoción en una tele pública es absolutamente intolerable.

Se que me meto en un jardín, y que mañana habrá algún comentario quitándome una razón que se que tengo, pero poco se puede añadir cuando la elección o rechazo de un alimento se hacen en base a si son más o menos Yang.

Dijo esta que todo el negociete está garantizado por las mejores universidades, ¿cuales?

Lo peor del caso, es que encima, lo revisten de un bonito envoltorio en forma de "wellness releches", te ponen a cuatro pijos con mucha pasta y mucho tiempo glosando las virtudes del método, te lo adoban con tres clases de yoga y un par de meditaciones y estamos ante el no va más de la vanguardia New Age con el que los viles mortales sólo podemos soñar.

El auténtico Bin Laden macrobiótico

Esa es la clave del negocio de los charlatanes, encontrar el envoltorio adecuado con el que convencer al público potencial de que aquello es la releche (en este caso, el reclamo es la exclusividad, como no, y también la excusa para cobrarte una millonada). Pero aunque el charlatán se vista de pijo y coma seitán envuelto en panko, pasta de miso y dos tipos de tofu, charlatán se queda. No me merece más crédito que la bruja Lola, y me hace mucha menos gracia.

Os dejo este enlace de una voz mucho más autorizada que la mía para conocer un poco más de este asunto de la dieta macrobiótica, y desde los comentarios, también nos sugieren este video que es completamente esclarecedor...

Masterchef 3.12: Comenta en directo la semifinal

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Bueno, pues ya estamos en la recta final del programa y hoy serán dos concursantes los que abandonen el programa y se queden a las puertas de la gran final. Los spoilers no dejan lugar a dudas sobre cuál será el primer concursante en abandonar la nave, pero ¿cuál será el segundo? (Se admiten apuestas).

¿Quién servirá de comida a la araña del Guggenheim?

Masterchef 3.12: Ninguna sorpresa, la final está servida

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Como esperábamos, sin ninguna sorpresa, se ha cocinado la semifinal de masterchef, y ya tenemos los cuatro finalistas que buscarán la gloria la semana que viene. Los afortunados han sido Carlos y Sally en primera instancia y Antonio y Andrea in extremis. Pero por el camino vivimos la más que cuestionable eliminación de Lidia, a la que es difícil encontrar explicación (salvo que ella misma la haya forzado), y el naufragio incuestionable de Kevin en la prueba de eliminación, y comprobamos  una vez más, que todo lo que pasa en este supuesto viene más que "cocinado" desde el propio programa.

Los finalistas celebran su éxito

Tiempo habrá a lo largo de la crónica para hablar de tongos descarados, excesos de familiaridad de los concursantes y exceso de ego en los jueces, invitados demasiado jóvenes para ser tan bordes o errores de bulto en la rotulación que repescaron a Fidel y a Raquel en plena semifinal. Al menos, no repescaron a Honorato...


PRUEBA INICIAL: LA FILOSOFÍA DEL PROGRAMA RESUMIDA EN UNA PRUEBA

Para el que no haya estado siguiendo el programa, esta prueba resume a la perfección en qué parámetros se ha movido en esta edición. Cambios de normas sobre la marcha, invitados presuntamente ilustres pero absolutamente irrelevantes en la resolución de la prueba, decisiones arbitrarias y nada explicadas y desprecio por parte del jurado a una concursante que lo único que ha hecho es defenderse con argumentos de las críticas, muchas veces inexplicables, que ha recibido.

La expulsión de Lidia pone de manifiesto hasta que punto está ya todo el pescado vendido en este programa. Cómo dice uno de nuestros comentaristas, la mujer del César no sólo debe ser honrada sino que además debe parecerlo, pero es que en este caso no se han molestado ni siquiera en parecerlo. Se han pasado por el forro la opinión de los invitados y, sin ninguna explicación, han decidido que Lidia era la peor, y el hecho de que se viera venir desde hace muchos programas no lo hace menos sangrante.

Lidia se fue con la cabeza bien alta

Pero vayamos exponiendo los hechos en orden. Los concursantes fueron apareciendo uno por uno en el plató y fueron invitados a probar un plato hecho por Pepe para tratar de identificar en él los veinte ingredientes que lo componían.

Al final, todos estos platos de pitiminí acaban pareciendo iguales

El objetivo que pretendían en este caso, que era ridiculizar a los concursantes, se cumplió con creces, ya que el que más acertó se quedó en seis. Yo pensaba que el plato de Pepe iba a tener algo más de importancia en la prueba, pero sólo sirvió para determinar qué dos concursantes serían los capitanes de los equipos, porque (tachán) de repente se convirtió en una prueba de equipos, pero con evaluación individual y castigo de los gordos, porque el peor quedaría automáticamente eliminado.

Andrea se parte al ver aparecer a Antonio

Los equipos quedaron organizados del siguiente modo; bajo la dirección de Antonio, que fue el más certero con los ingredientes, y con delantal azul, quedaron Carlos y Andrea; bajo las órdenes de Kevin, y con delantal rojo, quedaron Sally y Lidia.

Andrea, a su bola

Los protagonistas de la prueba fueron tres productos de primera, los centollos, las vieiras y las angulas, y la misión, que cada equipo preparara un plato espectacular con cada uno de estos ingredientes, pero no dedicándose cada uno a un plato, sino haciendo los tres en equipo.

Se me hace la boca agua...

Como invitados "estelares", esta vez estuvieron (y cito textualmente), la creme de la creme de televisión española, un ramillete de caras medianamente conocidas encabezadas por Jaime Cantizano y Bertín Osborne, que abundó en el estereotipo del graciosillo andaluz (si no quieres leche, pues toma dos tazas)


ESTA CRÓNICA ESTÁ EN PROCESO DE ELABORACIÓN Y SE IRÁ ACTUALIZANDO A MEDIDA QUE MIS OBLIGACIONES ME LO PERMITAN. GRACIAS

Masterchef 3.13: Vive y comenta en directo la final de Masterchef 3 en Cocinar con-Ciencia

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Llegó la esperada final de tercera edición de Masterchef, bueno en realidad es semifinal y final en un solo show. Aunque visto lo visto podría ganar cualquiera, el sentir que se palpa en la red es que el gran favorito es Carlos. y aunque muchos esperan un apasionante duelo final con Sally, yo no soy tan optimista y creo que la paraguaya se va a quedar sin final.

Hoy la cosa promete aluvión de lágrimas y sueños rotos

Aprovechad la tarde para hacer vuestros pronósticos, en cualquier caso, nos vemos aquí a las 22:30

Masterchef 3.13: Carlos arriesgó y ganó

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Casi tres horas de show (bastante tedioso y falto de ritmo, todo hay que decirlo) nos han llevado al resultado que esperábamos y Carlos se ha alzado con el título de Masterchef 2015 (y con el trofeo feísimo ese que parece comprado en el chino).

Carlos agarra el trofeo pero lo que quiere son los 100.000

Pero, en contra de lo que ocurriera en las temporadas anteriores, esta vez no ha habido el sacrificio que muchos esperábamos con Sally y hemos podido ver en la final a los que realmente lo merecían, Carlos y Sally. Y ha sido una final de nivel, con platos de muchísima calidad, donde ante un nivel tan parejo, lo que ha decantado la balanza ha sido sobre todo que el manchego ha adoptado mayor riesgo que Sally.

No puedo evitar mencionar en esta introducción, que en este último programa hemos conocido el sitio más snob del mundo, donde por 1700 euros te hacen un espectáculo de parque temático cutre que convierte tu comida en un exclusivo y claustrofóbico coñazo, que finalmente tienes que suplementar aunque sea con una hamburguesa del MacDonalds, para no volver a casa con el estómago a medias.

Cooking the Chef 6 (Junio 2015): Pollo piri piri con batatas asadas y salsa de jalapeños (Jamie Oliver)

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Un mes más, aquí estamos para presentar nuestra contribución al reto Cooking the Chef de nuestras amigas Abril y Aisha. Y en esta ocasión, y tras dos retos complicados, nos lo han puesto realmente fácil porque el elegido ha sido Jamie Oliver, un cocinero del que existen miles de recetas tanto en la red como en libros.


Personalmente llevo muchos años simpatizando con Jamie y siguiendo sus programas en la tele, me gusta su estilo tosco pero directo. No es un cocinero técnico, no lo veremos esferificando ni usando nitrógeno, pero tiene la capacidad única de convertir la comida de cada día en una auténtica fiesta. La última vez que estuve en Londres no desperdicié la oportunidad de comer en uno de sus restaurantes (uno de los baratos) Union Jacks en Coven Garden, donde pudimos disfrutar de un menú británico sencillo pero sabroso del que versioné esta receta.

Yo me he decantado en esta ocasión por una receta que ha publicado hace poco, su versión del pollo piri piri acompañado con bastones de batata asada y salsa de jalapeños. Me gustó la receta por que me pareció que definía muy bien lo que es Jamie Oliver, tanto en la mezcla de sabores explosivos, como en su particular forma de presentar el plato.




INGREDIENTES (Para 4 personas) 

PARA EL POLLO MARINADO
  • 1 pollo entero de 1,2-1,3 kilos de peso, de buena calidad (si es posible, al menos de los amarillos)
  • 2 cucharaditas de hojas de tomillo fresco (si no es posible, seco)
  • 1 cucharadita de pimentón ahumado (dulce, agridulce o picante según tu gusto)
  • 1 diente de ajo
  • 1 pellizco de sal
  • 1 buen chorreón de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
PARA LA SALSA PIRI PIRI
  • 3 tomates maduros
  • 1 cebolla morada grande (sin pelar)
  • 3 chiles frescos enteros
  • 3 dientes de ajo (sin pelar)
  • Un manojo de cilantro fresco
  • Un poco de vinagre de vino
  • Un buen chorro de AOVE
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
PARA LAS BATATAS ASADAS
  • Medio kilo de batatas
  • Harina de freir
  • Pimentón agridulce ahumado
PARA LA SALSA DE JALAPEÑOS
  • 150 gramos de jalapeños en conserva escurridos
  • 2 cucharadas del líquido en el que vienen los jalapeños
  • Un buen manojo de cilantro fresco
PARA DECORAR
  • Un chile fresco
  • Aros de cebolla morada fresca
  • Un poco de cilantro fresco

PREPARACIÓN 

1. Lo primero que haremos es preparar la marinada. Ponemos en un mortero el tomillo, un diente de ajo pelado, una cucharadita de pimentón y un poco de sal. Machacamos hasta que se convierta en una pasta lo más fina posible. finalmente añadimos un buen chorreón de AOVE y mezclamos bien hasta obtener una mezcla más o menos homogénea.

2. Cortamos el pollo en dos partes, haciendo un corte longitudinal a lo largo de la espalda. Eliminamos el exceso de grasa.

3. Repartimos nuestra marinada por toda la superficie del pollo. Lo ponemos en una bandeja, lo cubrimos y lo dejamos en la nevera toda la noche.

4. Ya al día siguiente, lavamos bien las batatas, y sin quitarle la piel, las cortamos en bastones como si fuéramos a hacer patatas fritas. 

5. Hacemos una mezcla con tres cucharadas de harina basta (de freir) y una cucharadita de pimentón (dulce, agridulce o picante según tu gusto). Pasamos las batatas por esta mezcla, las sacudimos bien y las ponemos en una bandeja de horno bien ordenadas en una sola capa.


5.  Precalentar el horno a 180 grados (si tienes un horno con aire, ponlo).

6. Mientras el horno se va calentando, vamos a dorar el pollo en una plancha o sartén amplia a fuego fuerte. Con cinco minutos por cada lado debe ser suficiente.


7. Colocamos el pollo en una recipiente apto para el horno y lo introducimos en el horno (hacia la mitad), en un estante inferior colocamos la bandeja de las batatas. Dejamos ambas cosas en el horno por espacio de 45-50 minutos.

8. Mientras el pollo y las batatas se hacen prepararemos las dos salsas. Para la salsa piri piri, pondremos en la misma sartén o plancha donde hicimos el pollo, y también a fuego fuerte, un poco de AOVE, los tomates cortados en cuartos, la cebolla cortada en octavos sin pelar, los chiles enteros y los tres dientes de ajo sin pelar. Los tendremos cocinando durante 10-12 minutos, dándoles vueltas frecuentes para que no se quemen.

9. Una vez asadas las verduras, pelamos los ajos y la cebolla, quitamos las semillas y el rabito a los chiles y lo ponemos todo en el vaso de la batidora junto con los tomates, un toquecito de vinagre de vino, un manojo de cilantro fresco, un buen chorretón de AOVE y sal y pimienta al gusto. Batimos hasta obtener un puré, lo probamos y corregimos de sal y pimiento. Si está muy fuerte, podemos añadir un poco de agua y volver a batir.

10. La salsa de jalapeños es bien sencilla. Ponemos en el vaso de la batidora los jalapeños escurridos, dos cucharadas del líquido de la lata, un buen manojo de cilantro y un buen chorro de AOVE. Se bate todo finamente y listo.

11. Yo me he decidido por un emplatado a lo Jamie, así, a lo bruto. En una tabla grande ponemos los trozos de pollo cortados toscamente, colocamos las batatas en un lado, colocamos las salsas en cuencos aparte y añadimos por encima chile fresco cortado muy fino, aritos de cebolla morada cruda y unas hojas de cilantro. Y todo el mundo a comer del centro.




UN POCO DE CIENCIA 
  • El piri piri es una variedad de chile muy picante que se usa mucho en países africano como Angola o Mozambique, a donde llegó seguramente procedente de las Indias Occidentales a través de los comerciantes portugueses.
  • Actualmente llamamos piri piri a las salsas o marinadas preparadas con este chile. Aquí en España es muy difícil de conseguir, por lo que tenemos que contentarnos con sustituir los originales por los chiles que encontremos.
  • El origen del picante en los pimientos está en una sustancia llamada capsaicina, cuya menor o mayor concentración determina la potencia de los mismos.
  • Como bien apunta nuestro amigo e-cuervo en los comentarios, la capsaicina es soluble en aceite. Si bebes agua no apagarás el fuego, sino que lo extenderás. Bebe algo que tenga grasas como leche o batidos. Un postre como arroz con leche o helado lácteo va de cine a este platazo. (Gracias Fernando).
  • Los pollos alimentados con cereales y criados en libertad producen una carne más firme y sabrosa que los de granja. En los que presentan color amarillo, este se debe a la presencia de un alto porcentaje de maíz en la alimentación.
  • La receta que propone Jamie es fantástica porque plantea una combinación de sabores increíble, el ahumado del pimentón, la dulce cremosidad de la batata, el picante del chile, la acidez del vinagre y la personalidad del cilantro en un solo bocado.
  • Una ración del pollo piri piri de Jamie Oliver reporta unas 550 Kcal y tiene un coste aproximado de 2,70 € por comensal



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